La cúpula del PP asume la necesidad de presentar caras y contenidos nuevos

Tras más de 24 horas de debate sobre actualidad interna y, sobre todo, externa del partido, los notables del PP dejaron a su líder, Mariano Rajoy, un montón de ideas para desarrollar y un problema por resolver: la comunicación. En la reunión de maitines en Segovia, los hombres más influyentes del PP, según varios asistentes, trataron el asunto más delicado: la necesidad de ampliar sus caras visibles en la sociedad. Ahora esos rostros, además del de Rajoy, se limitan prácticamente a dos: Ángel Acebes y Eduardo Zaplana. El líder concluyó que deberá resolver al problema antes de fin de año.

La imagen es una de las grandes preocupaciones de todos los políticos. La reunión de maitines del PP, que trató prácticamente todos los asuntos de actualidad y de estrategia, no podía dejarlo de lado. Fue el sociólogo de cabecera del PP, Pedro Arriola, quien planteó el problema, entre otras cosas porque ése es su trabajo: explicar a los dirigentes cómo les ven, qué dicen las encuestas. Y éstas señalan que el PP no tiene buena imagen, y tiene un problema sobre todo porque presenta pocas caras visibles, no se diversifica.

En realidad, en el día a día, salvo Rajoy, el secretario general, Ángel Acebes, y el portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, los ciudadanos prácticamente no perciben a nadie más. Ninguno de los dirigentes que estaban en maitines quiso opinar sobre un asunto tan espinoso, según varios de los presentes. Fue el propio Rajoy quien lo zanjó, con la idea de que este asunto habrá que resolverlo antes de que concluya el año.

No se trata de relegar a Acebes ni a Zaplana números dos y tres del partido, respectivamente. Fueron elegidos por el último congreso, y sus puestos no están en riesgo. Se trata de buscar las fórmulas para dar protagonismo a otros miembros de la dirección, como Miguel Arias Cañete, Ana Pastor, Soraya Sáenz de Santamaría o Gabriel Elorriaga.

Con la identificación por parte de los ciudadanos de estas caras, el PP podrá dar más sensación de equipo, de alternativa. Además, estos dirigentes, a pesar de que algunos son ex ministros, no están tan identificados con la última etapa del Gobierno del PP y especialmente con la polémica gestión de la política de comunicación tras el 11-M.

El propio Rajoy está especialmente preocupado por este asunto, y ya ha dado órdenes para que estos dirigentes traten de entrar más en los medios. De hecho, la respuesta del PP a un asunto tan importante como la financiación sanitaria la protagonizaron Arias Cañete y Pastor. Sin embargo, el problema que se encuentra de momento el PP, según confiesan sus dirigentes, es la dificultad de que los medios, especialmente las televisiones, den a conocer estas nuevas caras.

En maitines estaban también Pío García Escudero, Jaime Mayor Oreja, Carlos Aragonés, Alberto Ruiz Gallardón y Javier Arenas. Nadie discutió el problema de la comunicación, ni siquiera los principales aludidos, Acebes y Zaplana, que en julio fueron tildados por Josep Piqué, el líder del PP catalán, como "caras del pasado". Este asunto ha quedado aparcado después de que Piqué rectificara sus palabras. La reunión de Segovia fue la primera ocasión para que se vieran los tres cara a cara, pero no hubo tensión, sólo algunas bromas, según otro de los asistentes.

Este último participante en los maitines señala que eso de la imagen no es un problema tan grave: "Siempre hemos tenido mala imagen, sólo hay que recordar la época de [el ex presidente José María] Aznar. Pero siempre tenemos muchos más votos que buena imagen, y eso es lo importante", se reía ayer.

Como complemento a esta política de cambio de caras, Rajoy ha decidido intensificar su protagonismo en el Parlamento y para ello hará de portavoz en distintos debates, no sólo aquéllos en los que tenga enfrente al presidente del Gobierno. Rajoy relevará al portavoz parlamentario, Zaplana, y se enfrentará a algunos ministros en asuntos como educación o vivienda. Rajoy también ha anunciado que habrá una renovación de contenidos, que se elaborará en una convención en febrero de 2006.

Los intensos y larguísimos maitines del PP también sirvieron, según los asistentes, para reforzar el apoyo de su equipo a Rajoy y confirmar que desarrollará una oposición dura, aunque centrada en la presentación de alternativas económicas y sociales. El líder atacará sin cuartel el flanco del Estatuto catalán y los pactos con ERC, con la idea de que el Gobierno se puede debilitar. Aunque en realidad, según los asistentes, no es fácil saber qué piensa el líder, porque, al contrario que Aznar, que impartía doctrina mientras todos asentían, la mayor parte del tiempo Rajoy se limita a escuchar y tomar notas.

Por otra parte, Ángel Acebes señaló ayer en El Puig (Valencia) que en estos momentos existe un "empate técnico" entre el PP y el PSOE de cara a las próximas elecciones, informa Efe.