Los Gauloises y Gitanes serán españoles

En Au bout de suffle, Jean Paul Belmondo los encendía con la colilla uno tras otro. Eran un icono francés, como la torre Eiffel o el pastis. Pero los tiempos cambian. Los míticos cigarrillos negros Gauloises ya no serán franceses, sino españoles.

El grupo Altadis -nacido de la fusión entre la española Tabacalera y la francesa Seita- cerró ayer la planta donde se fabricaban en la localidad de Lille, en el norte de Francia, y desplazó la producción a Alicante. Otro tanto sucede con los no menos míticos Gitanes, también de tabaco negro, los cigarrillos preferidos de George Orwell, que también se fabricarán en España.

Los Gauloises nacen en 1910 para afrancesar otra marca anterior, los Hongroises. El dibujo del guerrero con el casco alado es obra del dibujante Giot en 1925. Los Gitanes son también de principios del siglo XX, pero el famoso dibujo de la bailaora es de 1947, cuando el pintor Max Ponty se basa en Nana de Herrera, una célebre bailarina de flamenco.

El color azul de ambas marcas de tabaco tiene que ver con el patriotismo: sería la línea azul de los Vosgos.

Pero los hábitos sociales han cambiado. No sólo las ventas globales de cigarrillos caen irremisiblemente año tras año en Francia -un 21% en 2004- sino que el tabaco negro sigue perdiendo cuota de mercado. El año pasado se vendieron en Francia 55.000 millones de cigarrillos, de los que sólo 6.280 eran de tabaco negro, lo que representa una caída del 28% respecto al año 2003.

En Lille fue ayer jornada de luto. La fábrica cerrada daba trabajo a más de 500 personas y producía unos 19.000 millones de cigarrillos al año. El cierre viene precedido de un largo proceso lleno de incidentes y protestas, de acciones judiciales y recursos de los trabajadores que ha durado más de dos años. En este tiempo la mayoría de los empleados de la fábrica han aceptado la prejubilación. Queda medio centenar de trabajadores, según el sindicato CGT, que se han quedado en el paro.

En un comunicado hecho público ayer, la alcaldesa de Lille y ex ministra socialista Martine Aubry calificó el cierre de la planta de un "verdadero escándalo" y recordó que la fábrica de tabaco era "la empresa industrial más antigua de Lille y una de las más modernas".

El sindicato CGT sospecha de las decisiones de la compañía Altadis, a la que acusa de deslocalizar, en este caso concreto a España, mientras que aumenta su capacidad de producción con la compra de fábricas en otros países.

Pero no sólo son los sindicatos quienes sospechan de las decisiones del gigante tabaquero europeo. El periódico conservador Le Figaro no duda en denunciar que el poder dentro de la empresa hispano-francesa se ha desplazado a España.

En un artículo publicado ayer asegura que la llegada de Antonio Vázquez a la dirección general del grupo ha cambiado el equilibrio de poder y, para demostrarlo, explica que desde entonces todos los consejos de administración se celebran en Madrid.

Altadis presentó ayer sus resultados del primer semestre, que cierra con un aumento de un 2,9% de los beneficios hasta llegar a los 255,3 millones de euros. Un comunicado de la empresa indica que el cierre de la fábrica de Lille "marca la finalización del programa de reestructuración en Francia" y anuncia que en toda Europa el plan de ajuste va a significar la salida de unos 1.500 trabajadores.