Serra disparó un castillo a 180 metros del bosque, según el Seprona

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha concluido en su informe que el disparo del castillo de fuegos artificiales disparado en Serra hace dos semanas, dentro de la tradicional Baixà de Sant Roc, se efectuó a menos de los 500 metros que establece la ley y que defendió el Consistorio. Bien al contrario, se efectuó, en el cálculo más favorable, a 180 metros de la masa forestal protegida.

A 30 metros de la ermita, que está en suelo calificado de urbano, se encuentra una pinada. Y a poca distancia de ella, a 180 metros, el principio de la masa forestal del parque natural de la sierra Calderona. Cualquiera de las medidas recogidas en el informe realizado por el Seprona están muy lejos de los "más de 500 metros" que el alcalde de Serra, Javier Arnal (PSPV), apoyado por los partidos con representación en el Consistorio (UV y PP) y por los vecinos, defendió la pasada semana en un pleno extraordinario celebrado a propósito de la polémica.

Arnal, ayer por la tarde, se mantenía en el informe de los técnicos municipales que presentó hace poco más de una semana en el pleno extraordinario. "Al Ayuntamiento no ha llegado nada, por lo tanto me mantengo en lo que dije y cuando llegue, lo leeré y lo pondré en manos de los técnicos para que lo contesten, pero de momento ni la Guardia Civil, que sé que ha hecho su informe, ni la Consejería [de Territorio], nos han dicho nada", afirmó.

Fue el propio Seprona quien inició la investigación sobre la legalidad del disparo del castillo de fuegos artificiales tras la entrada en vigor el pasado tres de agosto de decreto estatal que, después de la catástrofe humana y ecológica de Guadalajara, entre otras cosas fijaba la prohibición expresa de hace fuego a menos de 500 metros de una superficie forestal, máxime si se trata de un espacio protegido, en época de sequía, en un momento de alto riesgo de incendio. La mera investigación de lo sucedido encendió los ánimos en Serra. Sus vecinos, encabezados por el consistorio, respondieron defendiendo la tradición cultural de la fiesta (cuasi centenaria y con más de 60 años de celebración continua sin variación alguna en su ejecución). Y ello, sin despejar a que distancia se realizó el disparo. "A más de 500 metros", repitió públicamente el alcalde, sin precisar exactamente a cuántos metros y de qué. Arnal defendió la autorización municipal -no replicó a los vecinos que en el pleno expresaron en voz alta su predilección por la fiesta de Sant Roc y el disparo del castillo al propio parque natural de la Sierra Calderona del que forma parte Serra- y explicó que la noche del castillo de fuegos artificiales, por orden del Ayuntamiento, se desplegaron efectivos de bomberos, incluida una unidad del Consorcio, de la policía local, de la propia Guardia Civil así como voluntarios. Y replicó al consejero Rafael Blasco, quien anunció que llevaría también hasta el final la investigación aunque no tomaría represalias, que "volvería a hacerlo y nadie de fuera va a venir a decirnos cómo hacer nuestras fiestas".