Los pagos irregulares de Michael Schumacher
Dicen que la mansión que el piloto de fórmula 1 Michael Schumacher se está construyendo en el municipio de Gland, a las orillas del lago Leman, pondría envidioso a cualquier millonario de Arabia Saudí. El problema es que esta propiedad, cuyo valor está estimado en varios millones de euros, ha sido realizada parcialmente por cinco obreros franceses pagados por debajo de los salarios practicados en Suiza. Una inspección del sindicalista Aldo Ferrari, secretario regional de UNIA-Vaud, descubrió la irregularidad del contrato y decidió hacerla pública. Los obreros, especializados en el tallado de piedras, perciben un salario de 8,80 euros por hora, cuando lo estipulado por convenio en la materia fija sus ingresos en prácticamente el doble. Un poco de presión del sindicato hizo que la empresa que los subcontrata desembolsara alrededor de 13.000 euros de salarios no pagados. Pero eso no es todo, y los problemas de los Schumacher son más. Un poco más lejos de la casa del campeón de fórmula 1 se encuentra el rodeo de su esposa, Corinne Schumacher. Allí, la solidaridad teutónica se hizo añicos cuando la misma UNIA-Vaud igualmente detectó que un puñado de obreros alemanes ganaba entre 750 y 1.000 euros menos que el convenio colectivo de trabajo actualmente en vigor. Este último asunto parece que está en vías de ser resuelto por los intermediarios de la industria de la construcción que tienen a su cargo las obras de la familia Schumacher. Y parece que la cosa se parará allí, porque tanto Michael Schumacher como su mujer "no están al corriente" de estas irregularidades, según ha comunicado un portavoz del piloto.
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