El verano ya llegó
La fecha: jueves 23 de junio de 2005.
Acabamos de entrar en el verano y ya se empieza a intuir lo que este año va estar de moda. Por ejemplo, el baile del verano va a ser sin ninguna duda el reggaeton... "¡A ella le gusta la gasolina! ¡Dame más gasolina!". Ahora vas a las gasolineras y es una fiesta: "¡Ha escogido usted gasolina súper! ¡Cómo le gusta, cómo le gusta!".
Como corresponde a las canciones del verano, en la letra del reggaeton puedes encontrar el sentido de la vida: "Zúmbale mambo pake mi gata prenda los motores. Dame más gasolina". "Zúmbale mambo" es una expresión que no está mal. Como se ponga de moda, me veo a Zapatero negociando en la Unión Europea: "...Zúmbale mambo Blair, zúmbale".
Éste es el año de las pulseras reivindicativas. Hay gente que lleva tantas que parece que vaya en manga larga
El reggaeton también tiene su coreografía. Se baila como una lambada, pero metiendo aún más mano. De ahí le viene el nombre: porque más de uno deja un regatón por el camino.
La gente que entiende de moda dice que este año en la playa se va a llevar más el triquini. Parece una enfermedad porcina, pero no. El triquini es un biquini con dos piezas -muy pequeñas, eso sí- unidas por delante con una argolla. Ya no saben qué inventar... ¿Qué será lo próximo? ¿El revisquini? Un biquini con revistero. ¿O el depilquini? Con cera fría incorporada. Así cuando te lo sacas... ¡Ras! Te deja toda depiladita. Sería práctico, ¿no, chicas?
Cada vez los biquinis son más pequeños. Al final las tías irán a un estanco, se comprarán dos sellos y se pondrán uno en cada pezón. Y en lugar de tanga, una goma de pollo. Es más incómodo, porque quieras que no, la goma busca su sitio: "Estás muy seria". "No, es que es la goma...".
Los tíos, siempre aburridos, vamos con los mismos pantalones de tenis de hace 42 años. Pero este año parece que el pareo puede funcionar. El otro día, un amigo: "Es superfresco. Yo llevo pareo sin nada debajo". Será fresco, pero un grupo de turistas le iban siguiendo porque parecía el guía que va señalando el camino.
El problema del pareo para la gente que tenemos barriga es que no sabemos a qué altura atarlo. Hay que crear un código, que salga un tío en la tele y lo diga. Si te lo pones muy arriba, te queda como a Julián Muñoz. Una vez me lo puse por encima y parecía la cortina de un probador del Zara.
¿Y las gafas de sol? Ahora son enormes. El otro día venía de la playa y uno me dice: "Se te ha quedado la marca de las gafas". ¡Y la marca me llegaba hasta el ombligo! Bueno, en los cámpings hay mucha gente que utiliza las gafas como tienda de campaña. Y la funda, para meter el coche.
Éste también es el año de las pulseras reivindicativas. Hay gente que lleva tantas que parece que vaya en manga larga. Para salvar el Amazonas, contra el racismo, contra la caza de ballenas, contra la caza de ballenas racistas del Amazonas... En vez de crema de protección solar se ponen pulseras: "Yo llevo protección 2012. Madrid 2012".
A nivel tecnológico lo que se lleva es tener un teléfono con Bluetooth. Dicen que sirve para pasar archivos de un lado a otro sin necesidad de cable alguno. En Salamanca y en Barcelona tendrían que poner Bluetooth, así no habría tanto lío.
Éstas son las novedades del verano de 2005. Luego está lo de todos los años: la ola de calor, el Grand Prix de Ramón García, los periódicos de cuatro páginas... y los mosquitos. Vamos a ver: Dios creó la naturaleza y cuando llegó a los insectos lo hizo un becario. No hay otra explicación.
En fin, que sepan ustedes que para llegar a septiembre nos va a hacer falta...
"¡Mucha gasolina...!".
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