En busca de un balón de oxígeno
La lista de los problemas de Española del Zinc no terminan con los ya expuestos. A estos anteriormente citados, según la empresa, se añade la falta de tesorería y la incertidumbre para obtener nuevos recursos por estar inmersa en una situación concursal. En esta tesitura, y con los trabajadores asegurando que todo el zinc que se produzca tiene asegurada su venta en los mercados, por la falta de competencia, los responsables de la empresa, que se han comprometido a reflotarla, han anunciado también su intención de pedir un crédito de ocho millones de euros para comprar materia prima, al tiempo que recuerdan que el principal activo de la misma es el terreno en el que está asentada la fábrica, que según los cálculos del consejo de administración podrían valer unos 23,6 millones, lo que supondría un auténtico balón de oxígeno, que el Ayuntamiento de Cartagena no está dispuesto a garantizar.
El último episodio de la caída de Española del Zinc ha sido la sentencia del Juzgado de lo Mercantil de Murcia, el pasado mes de julio, en la que anulaba la venta de 90.000 metros cuadrados de los terrenos por un valor de 2,7 millones de euros, ya que la decisión judicial argumenta que los terrenos valían más del doble. La venta, que se produjo hace más de año y medio, había sido rechazada por los actuales administradores, por lo que recientemente habían reclamado su anulación, ya que consideraban que perjudicaba a los acreedores que han determinado la suspensión de pagos, algo que ratifica la sentencia. El propio juzgado de lo Mercantil fue el que obligó a la empresa Iberdrola, uno de los principales acreedores de Zinsa, que volviera a suministrarle electricidad después de que la eléctrica decidiera, el pasado enero, cortarle el servicio.
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