El Consell de Cultura denuncia que sólo el 1% de los culpables de incendios recibe castigo
La entidad los considera un crimen contra la humanidad y pide atención a las instituciones
El Consell Valencià de Cultura (CVC) aprobó hace año y medio un estudio sobre las medidas para evitar o minimizar los incendios. Ninguna institución se hizo eco. Ayer, volvió a presentarlo introduciendo la propuesta de que los incendios intencionados sean declarados crímenes contra la humanidad. La entidad consultiva de la Generalitat reclama así la atención sobre la gravedad del problema y advierte de que sólo el 1% de los responsables de los fuegos intencionados es castigado en España, a pesar de que las consecuencias devastadoras de las llamas.
"Los incendios llevan aparejadas la pérdida de bosques y si no hay suficiente masa forestal llueve menos. Además, se produce un incremento del anhídrido carbónico -por causa también del incumplimiento del Protocolo de Kioto- lo que impulsa el innegable calentamiento global de la tierra". El presidente del CVC, Santiago Grisolía, resumió así algunas de las consecuencias de los incendios y reclamó la ayuda de los medios de comunicación para hacer llegar una propuesta que, oficialmente, "desgraciadamente, todavía no hemos obtenido ninguna respuesta".
Se refería a la reciente carta remitida a los presidentes del Gobierno y de la Generalitat, a la ministra de Medio Ambiente, a la Unesco y a la ONU. En ella se recoge la propuesta del plano del 25 de julio de considerar un crimen contra el patrimonio de la humanidad los incendios intencionados. El propósito del CVC no es tanto "el de agravar las penas sino como evitar que queden impunes e incrementar su consideración", especificó el secretario del organismo, Jesús Huguet.
El redactor del informe elaborado a partir de las consultas con diversos expertos, el consejero Vicente Muñoz Puelles, explicó que "España es el país de la Unión Europea donde se producen más incendios forestales -unos 20.000 al año, 18.000, hasta agosto- y que Portugal es el país en que más se ha incrementado el número de hectáreas quemadas". Añadió que "en España sólo el 1% de los incendios provocados es castigado; en Portugal el porcentaje se queda en el 0,5%".
El estudio describe "la delicada situación del ecosistema y el innegable calentamiento global", así como "la alarmante pérdida de biodiversidad por la disminución de los bosques". Además, se incide en "la utilidad" de estos últimos, frente a las amenazas de la deforestación, la fragmentación de los bosques, la expansión de las infraestructuras, la energía o el desarrollo, así como las explotaciones madereras.
También se apuntan "algunas posibles soluciones a las amenazas sobre los bosques", como son políticas encaminadas a la sostenibilidad, establecimiento de normas de etiquetado en la línea del Consejo de Certificación Forestal o repoblación adecuada, entre otras medidas. No obstante, destacó que "lo más importante es la educación ambiental, sobre todo a nivel escolar, para lograr una sensibilización desde edades muy tempranas", señaló.
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