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El plan de Cazorla incidirá en la recuperación de las 1.300 hectáreas de bosque mediterráneo

Ginés Donaire

La Junta tiene casi culminado el plan de emergencia que aprobará el Consejo de Gobierno del próximo martes para paliar las consecuencias de los incendios en el parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas. De las casi 6.000 hectáreas que ardieron en los tres fuegos, 5.421 se localizaron en el mayor de ellos, en las inmediaciones del pantano de El Tranco. El mayor daño ecológico se localiza en las 1.300 hectáreas (el 35% de la masa forestal afectada) de bosque mediterráneo existente en las inmediaciones del paraje de Bujaraiza, en la cabecera del río Guadalquivir. En esta zona se concentran valiosas poblaciones de pinos laricio, enebros, sabinas y otras especies autóctonas.

Va a ser en ese enclave donde incidirán las actuaciones de carácter medioambiental que incluirá el plan de emergencia, aunque también lo hará en el 65% de superficie forestal restante, en su mayor parte sotobosque, donde las condiciones de sequía actuales obligarán a cortar para evitar plagas los miles de pinos que tras el incendio han quedado dañados. "Confíamos en que algo más del 30% de la masa forestal del perímetro del incendio se salvará", aseguró ayer tras visitar la zona el director general del Medio Natural, José Guirado.

El incendio ha afectado también a 32 poblaciones vegetales de ocho especies catalogadas. Destacan las siete poblaciones de la viola cazorlensis (una de las 27 endémicas del parque natural, que alberga el 16% de las especies de flora que existen en Europa), dos de acebo, cerval morisco y montajo, migraña y peral silvestre. Guirado confirmó que la fauna catalogada del parque no se ha visto afectada, así como las poblaciones de águilas perdiceras y de buitres. La única excepción han sido algunas poblaciones de invertebrados.

Retirada de madera

Los trabajos para restaurar la zona incendiada se iniciarán la primera quincena de septiembre y consistirán en cortas y retirada de madera quemada, así como la construcción de fajines y albarradas para contrarrestar la erosión y la repoblación con especies autóctonas. La Junta reinvertirá en la zona todo lo que obtenga de la madera quemada, según Guirado. El consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, anunció ayer que el plan de emergencia para Cazorla contará con una dotación inicial de seis millones de euros. Además, el plan incluirá un plan de promoción turística en la zona.

De otro lado, los alcaldes de la Sierra de Segura presentaron ayer a la Junta el proyecto de construcción de una aserradora vinculada a la biomasa, pues se pretende poner en valor energético los residuos madereros.

Este proyecto tendrá su epicentro en Siles y lo gestionará una empresa privada en la que también participarán los ayuntamientos y Egmasa, la empresa pública de la Junta.

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