Crear un mito
He sido, desde muy temprana edad, un gran admirador de Frederic Chopin. Cual fue mi sorpresa, en una reciente visita a Valldemosa, el descubrir que mi admirado y genial Chopin había vivido en esta ciudad tan solo dos meses y medio y que todos sus enseres habían sido quemados después de su partida debido a que él llegó aquí para intentar curarse de una tuberculosis; cosa que no logró, lo que le obligó a regresar a Paris.
Durante mi visita a Valldemosa, pude admirar la sagacidad de los mallorquines en crear este mito el cual atrae a miles de turistas de todo el mundo a esta pintoresca ciudad.
En Estados Unidos los expertos han descubierto recientemente, que los árboles con cuya madera se construyó la cabaña donde supuestamente había nacido Abraham Lincoln y que se exhibe en la Smithsonian Foundation de Washington D.C. fueron talados tras la muerte del emblemático presidente. Las visitas a este museo se pueden calcular en millones de personas.
De vuelta a casa, concretamente a Benicàssim; en su bello paseo marítimo Pilar Coloma se puede leer una pancarta informando que en el Hotel Voramar y La Villa Pons estuvieron descansando los escritores Ernest Hemingway y Alejo Carpentier. Ambos literatos dieron a conocer, en su tiempo, España internacionalmente en sus diferentes obras. Carpentier, en su obra La consagración de la primavera habla bastante sobre Benicàssim.
¿Qué sucede? ¿Hemos sido incapaces a través de casi tres generaciones desde la postguerra de crear un mito? ¿Se debe esto a que estos dos insignes personajes residieron en España en el bando equivocado al quedarse en la zona republicana?
Pasado ya tanto tiempo y dejando la política aparte, no nos vendría nada mal el crear un mito con estos conocidos escritores. Un mito que tuviera la fuerza de atraer tanto turismo cultural a Benicàssim como Valldemosa lo ha conseguido con Chopin..
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