Observando el cielo profundo

El cielo, visto desde la Costa del Sol, esconde maravillas insospechadas. Y los miembros de la Sociedad Malagueña de Astronomía (SMA) se encargan de mostrarlas todas las noches de los lunes y miércoles del mes de agosto, con la ayuda de sus homólogos de Aula del Cielo.

Satélites, constelaciones, planetas... todas aquellas personas que deseen saber un poco más sobre los cuerpos celestes tienen su oportunidad con estas sesiones divulgativas que se imparten en la cima del monte Calamorro (Benalmádena), uno de los más altos de la Costa del Sol.

A 800 metros de altura sobre el nivel del mar, astrónomos como Francisco Gálvez -coordinador de esta iniciativa- acercan a los visitantes nebulosas, estrellas y todo tipo de rarezas que se hallan a años luz de la Tierra.

El instrumental para la observación es de última generación: un telescopio portátil de 11 pulgadas, otro de ocho pulgadas motorizado, etcétera. "Con estas herramientas apuntas hacia la luna y parece que sobrevueles sus cráteres y montañas", señala Francisco Gálvez.

El satélite que acompaña solitariamente a nuestro planeta fue el tema de la última sesión que organizaron el pasado 17 de agosto. "No tenemos una previsión detallada de lo que vamos a ver en cada sesión, pero tampoco lo dejamos todo a la improvisación: simplemente aprovechamos lo que nos ofrece el cielo cada noche" señala el astrónomo. El factor sorpresa es uno de los mayores atractivos de este planetario al aire libre. "Hace algunas sesiones contemplamos Júpiter, ya que las condiciones eran muy favorables".

La Sociedad Malagueña de Astronomía fue fundada en 1975. Desde entonces ha crecido hasta contar con cerca de 200 asociados. Los miembros de la SMA han asistido a acontecimientos astronómicos tan importantes como el paso de los cometas Hyakutake o Hale Bopp, en 1996 y 1997, respectivamente.

La astronomía es una ciencia que no deja impávido a nadie. Lo han podido constatar los astrónomos malagueños con la curiosidad que despiertan estas sesiones. "Se acerca gente de todo tipo, desde familias al completo hasta parejas de novios", afirma el responsable de la actividad. Además, también han detectado que los malagueños están poco acostumbrados a mirar el cielo en plena noche. "Algunos llegan a confundir la Vía Láctea con una nube".

Para alcanzar la cima del monte Calamorro hay que tomar el teleférico de Benalmádena, que también ofrece una interesante panorámica nocturna de la Costa del Sol, con todo el litoral iluminado. Precisamente esta iluminación es la que impide llevar a cabo actividades como las que ofrece la SMA en pleno centro urbano. Por la noche, las ciudades -no sólo las de la Costa del Sol- se recubren de un manto luminoso que en ocasiones impide localizar hasta las estrellas más grandes, como la Polar.

"Lo que más perjudica la contemplación del cielo nocturno son las farolas: muchas están mal diseñadas y lo único que hacen es atraer insectos", indica Gálvez. Además de imposibilitar la observación astronómica, la contaminación lumínica de las ciudades supone también un importante derroche de energía.

Sesiones de astronomía. Lunes y miércoles de agosto de 22.00 a 23.30. Se accede con el teleférico de Benalmádena. Explanada Tívoli s/n. 6 euros adultos y 4,50 niños, más 1 euro por persona y sesión.