Andy musical
Eso de que las corridas de rejones se tornan largas es un tópico. Se hacen insoportablemente largas cuando se otorgan trofeos sin ton ni son, cuando entra en juego la ausencia de rigor. No fue el caso de ayer en Bilbao. Como mataron mal, no hubo petición de trofeos ni las interminables vueltas al ruedo, excepciones hechas por parte de Luis Domecq, que dio una vuelta al ruedo por su cuenta, y Andy Cartagena, que cortó una oreja a ley del último de la tarde. El público midió sus habituales ansias de multiplicar aplausos. Aunque hay una verdad incontestable: si Pablo Hermoso de Mendoza hubiera acertado con los rejones de muerte, más de una oreja estaría ya en su finca de Estella. Toda la tarde estuvo brillante. Con el caballo Chenel puso banderillas muy bien y bien. Hizo un quiebro de afuera adentro emocionantísimo. Toreó este caballo como los ángeles. Pegaso alado. Con tres banderillas de las cortas prendidas en un corto suspiro de tiempo, se lució Fósforo. Eso en su primero. En su segundo fueron Fusilero y Monterrey los que trabajaron sólidamente. Uno con cabriolas delante de la cara del toro, después de cada banderilla, y el otro toreando muy cerca del toro. Caballo y toro mirándose como dos enemigos de una cantina mexicana después de la revolución zapatista. Remató la faena Fósforo con tres rosas rojas prendidas muy próximas entre ellas, allí sobre la piel negra del toro. Pero el rejoneador navarro mató horrorosamente mal.
Murube /Domecq, Hermoso, Cartagena
Toros de Murube: despuntados para rejones, sin excesivas buenas cualidades. Luis Domecq: rejón caído (vuelta al ruedo); rejón trasero y caído (ovación). Pablo Hermoso de Mendoza: dos pinchazos y rejón (ovación); rejón trasero, pinchazo y rejón caído (gran ovación). Andy Cartagena: pinchazo y rejón (leve petición de oreja); rejón (oreja). Plaza de Vista Alegre, 20 de agosto. Primera de feria. Tres cuartos largos de entrada.
Luis Domecq pasó bastante inadvertido. Sólo cabe reseñar, para su desgracia, una caída sufrida de jinete y caballo debido al piso, que estaba blando. En ciertos momentos de la lidia, fuertes ráfagas de lluvia pusieron el albero en condiciones muy poco aptas para jinetear. Destacó Luis Domecq en la puesta de una banderilla al estribo.
El rejoneador Andy Cartagena ayer se transformó en Andy musical. Más en lo que atañe a su primero, pero también en su segundo, las banderillas al violín causaron una gran impresión en el respetable. Para dar realce a la actuación, en su segundo toro, sexto de la corrida, banderilleó quebrando. No fueron modélicas de colocación las banderillas. Todo lo contrario. Sin embargo, las dos banderillas cortas que puso estuvieron primorosa y cabalmente reunidas. No obstante la oreja conseguida por Andy Cartagena, nos quedamos con algunos instantes que presentó Chenel, el mejor caballo de Hermoso Mendoza en el coso bilbaíno. Chenel es un cielo.
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