El 70% de los padres que adoptan no recibe datos de la salud de los niños
La mayoría de los que prohijan en el extranjero conoce sólo la talla, el peso y las vacunas
Una expresiva foto, datos del peso y la talla y algún rasgo de personalidad constituye la escueta información que llega a buena parte de los padres sobre la salud del niño que va a adoptar. Sólo a tres de cada 10 familias que optan por la adopción internacional (que constituyen el 80% de todas las adopciones que se realizan en España) les ofrecen algún dato sobre las enfermedades que ha padecido el pequeño que van a prohijar. Estos datos se desprenden de una amplia encuesta realizada a 228 familias de toda España por la Coordinadora de Asociaciones en Defensa de la Adopción y el Acogimiento. A cuatro de cada cinco padres no se les ofrece datos de cómo fue el parto y el periodo cercano al nacimiento.
Los españoles, con 5.541 adopciones en 2004, son los segundos del mundo en prohijar niños en otros países, después de Estados Unidos. Y lo hacen con pocos datos sobre su futuro hijo. Así acuden al país de origen para conocer al pequeño y aceptar la preasignación en el caso de Rusia y Bulgaria o para formalizar la adopción y traerse al menor si se trata de China. En los dos primeros países las familias conocen a los niños en un primer viaje y los recogen cuando el proceso judicial ha concluido. China, el país de donde proceden más menores acogidos, sólo exige un viaje.
Una encuesta realizada a través de Internet en 2004 por la Coordinadora de Asociaciones en Defensa de la Adopción y el Acogimiento (CORA) al que han contestado 228 familias españolas (la mayor parte de Cataluña, Madrid y Valencia) revela que sólo tres de cada cuatro padres (cerca de un 70%) tuvo conocimiento del estado de salud del niño y de las enfermedades padecidas. "Las entidades que gestionan las adopciones internacionales apenas proporcionan información sobre la salud del menor en el momento de la asignación", afirma Alberto Núñez, médico de la Comisión de Salud de CORA, "y ellas son a las que hacemos responsables de esa escasa información". CORA pretende vigilar a las instituciones involucradas en la adopción y engloba a una veintena de asociaciones de familias que adoptan. "Lo hemos hecho sin ayuda económica, lo que pretendemos es alertar para que se realicen estudios", señala Núñez.
Según la encuesta, que constaba de 43 preguntas, a la mitad de las familias adoptantes se les había comunicado en la fase de preasignación también algún rasgo psicológico sobre el niño. A cuatro de cada cinco no les habían precisado datos sobre el parto y el periodo neonatal y sólo al 55% les habían informado de las vacunaciones.
Según las contestaciones de las familias, prácticamente a la totalidad de las familias (90%) no les informaron sobre los antecedentes de salud de los padres del pequeño ni ofrecieron, en casi el 70% de los casos, datos sobre las enfermedades infantiles u otras dolencias que habían padecido los niños.
En teoría, la escasez de datos médicos relevantes significa que el niño está sano, y que sólo padece cierto retraso en el lenguaje o en la vivacidad derivados de vivir en una institución. Pero ello no está garantizado. En China, apenas ofrecen información del periodo neonatal (no la dan en el 95%), ni de enfermedades del niño o de sus padres. Un 80% de los encuestados que adoptaron en Rusia manifestaron que no habían recibido ninguna información sobre la salud del niño antes de su primer viaje. El resto de los destinos analizados fueron Colombia, India, Ucrania y Honduras.
La información más importante, con el historial del niño, se entrega cuando se va a recoger al menor. El problema surge cuando estos nuevos datos contradicen los primeros. La encuesta de CODA destaca que a entre un 30 y un 60% de las familias no se les ofrece más datos de salud de los niños en el país de adopción.
Así, un tercio de ellas solicita allí una consulta médica. La mayoría lleva al niño a una revisión cuando regresa: más de la cuarta parte de los pequeños (un 27%) está enfermo en el encuentro con las familias o en el viaje de vuelta.
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