El Atlético huele a nuevo

El Atlético huele a nuevo, a traje recién estrenado por su entrenador, Carlos Bianchi, que empieza a dejar su sello por todas las costuras del equipo. Tras sólo un mes y medio de trabajo después, se aprecia un estilo reconocible: centro del campo abundante y muy junto, laterales que visitan sin tregua el extremo, y dos delanteros con mucha movilidad que barren el ataque. Con un cierto aroma a aquel Boca Júniors de Bianchi, el Atlético apabulló anoche a la Real Sociedad. Y lo que es más sorprendente: lo hicieron un puñado de chavales sin necesidad de Kezman, Petrov, Galleti ni Maxi. Ni siquiera Fernando Torres, que entró en el último tramo.

Bianchi abandonó eventualmente su hieratismo habitual para sonreír tras el gol de tacón de Arizmendi. Los jóvenes atléticos complacieron plenamente al preparador argentino. Zahínos pivotó a la perfección en el centro del campo, Gabi enseñó detalles que anuncian un centrocampista importante y Valera gritó que no quiere irse cedido a otro equipo. Las buenas noticias alcanzaron a la portería, con un Cuéllar impecable. Una partido para desmentir las sospechas sobre la escasa profundidad de banquillo. Bien es cierto que la Real, a la que regresó al final Nihat tras seis meses de lesión, resultó un examen sencillo, pero, aún así, el Atlético transmite buenas sensaciones, alegría en su juego y mucha competencia entre sus futbolistas. Valera, por ejemplo, tiene licencia para subir. Y para confirmar las expectativas que levantó el curso pasado en el Murcia: zancada larga, porte elegante y centros enroscados que claman por un buen remate. No lo hubo en el primer tiempo porque Arizmendi y Claudio desaprovecharon sendos uno contra uno. Los dos chicos se entonaron en el segundo periodo y a Braulio le bastó un minuto para, rapidísimo, llegar antes que Alberto a un magnífico pase en profundidad de Ibagaza que había roto la línea avanzada del fuera de juego. Braulio disparó mordido y el balón pasó por entre las piernas de Alberto en su salida.

No fue el primer gran pase de Ibagaza ni sería el último. Fue un recital. Se sintió en la gloria el media punta argentino arropado por Zahínos, Gabi y Luccin. Y con la posibilidad de lanzar desde allí a los peleones Braulio y Arizmendi o, llegado el caso, a esos laterales tan largos. Así llegó el segundo gol, consecuencia de ese fútbol bien pensado que está calando en el Atlético. Un hermosa triangulación iniciada por el envío de Ibagaza, la apertura de Luccin, el centro raso de Valera y, en fin, el remate de tacón de Arizmendi. Ante la sonrisa satisfecha de Bianchi.

Otros resultados: Rayo Vallecano, 4; Málaga, 0. Getafe, 4; Al Ain,0. Villarreal, 2; Peñarol, 2.