Laporta afronta con claroscuros su segunda asamblea

Tan sólo unas horas antes de que el Barcelona salte al Camp Nou para disputar su primer título de la temporada frente al Betis, los socios azulgrana tienen una cita en el Palau Blaugrana para celebrar la segunda asamblea de compromisarios de la directiva presidida por Joan Laporta. El presidente del Barça y sus directivos deberán dar cuenta del estado del club ante los socios y someter a votación las cuentas del curso pasado y el presupuesto del que ahora se inicia, así como las incorporaciomes de Joan Boix y Joan Franquesa como nuevos miembros del consejo directivo.

Laporta hará valer la buena marcha del primer equipo de fútbol, con la conquista de la Liga seis años después, y la recuperación económica del club -el pasado curso presentó un superávit de 36,72 millones de euros y el presupuesto para este se elevará a unos 240 millones, lo que lo sitúa de nuevo entre la cúpula internacional- para avalar su gestión en una asamblea que se presenta más peliaguda que la del curso pasado. No todos los socios han visto con buenos ojos la venta de una parte de los terrenos de Can Rigalt para engordar las arcas del club, pues Laporta prometió en su programa electoral que no vendería patrimonio. La dimisión del vicepresidente deportivo Sandro Rosell y de otros cuatro directivos, la fecha de las próximas elecciones -la junta apuesta por 2007 frente a los que se remiten a los estututos y dicen que deben ser en 2006- y la publicidad en la camiseta -el presidente continúa esgrimiendo la claúsula de confidencialidad en las negociaciones con China- son otras de las principales cuestiones que se le plantearán.