Button, un piloto en el lugar equivocado

Aunque en el paddock del nuevo circuito de Estambul se habla básicamente del campeonato que se disputan Fernando Alonso y Kimi Raikkonen, hay un asunto que no pasa desapercibido. De él dependen muchos movimientos para la configuración de la parrilla de salida de la próxima temporada. Es el caso de Jenson Button, un piloto que nunca ha estado en el lugar adecuado en el momento preciso. El británico llega a Turquía, a seis pruebas del final del campeonato, con un contrato firmado con Williams y ganas de proseguir su carrera en su actual escudería, BAR- Honda. Otro lío, y gordo, para este piloto de 25 años que despertó todas las expectativas cuando entró en la F-1 a los 20 años, pero que sigue sin ganar una carrera.

Nadie le esperaba en un equipo puntero cuando dio sus primeros pasos en la fórmula 1. Entonces no era nadie. Pero era británico y apuntaba muy buenas maneras. Así que Frank Williams, en su afán de descubrir nuevos valores y promocionar a uno de los suyos, le ofreció un volante. Dio la sensación de que a Button todo le venía un poco grande. "Tal vez no era el mejor lugar para empezar. Quizá debí comenzar de otra forma, con más humildad. Pero si te llega una oferta como esa no puedes rechazarla", reconoció el piloto.

La cuestión es que aquella temporada fue devorado por su compañero Ralf Schumacher, y un año más tarde se incorporaba a Benetton Renault, donde pasó dos cursos: junto a Giancarlo Fisichella y a Jarno Trulli. Dos años desperdiciados. "No me sentí a gusto", confesó. La cara de Button se iluminó cuando recibió una oferta de BAR Honda. Sin embargo, pasó inadvertido en 2003 y no fue hasta 2004 cuando se sintió a gusto: hizo la primera pole en San Marino, fue segundo en cuatro carreras y tercero en otras seis.

Sin embargo, fiel a su tradición, en agosto de 2004 y en septiembre del mismo año firmó dos documentos que debían unirle a Williams para los próximos dos años, y antes de concluir aquella temporada, Button anunció su fichaje por Williams. Entonces, el piloto quería irse de BAR. Pero la escudería equipada por Honda recurrió a los tribunales alegando cuestiones contractuales. Y ganó.

Así que Button se quedó esta temporada en BAR a regañadientes. Pero cuando hace unos meses, Frank Williams reclamó sus derechos y dijo tener atado a Button para la próxima campaña, el piloto replicó y proclamó que no quería irse. La situación llegó al punto de que en una reciente reunión con los abogados de ambas partes, Williams le preguntó a Button: "Todo lo que se dice de que no quieres venir ¿es cierto?". Y su sorpresa fue mayúscula cuando el piloto le respondió: "Lo es. No quiero".

Para Frank Williams, cuya política ha sido la de invertir en los coches para atraer a los mejores pilotos, la respuesta fue una bofetada. Pero no renunció a nada, y hoy afirma que tiene contratos firmados con varios patrocinadores que le reportarán 50 millones de dólares (41 millones de euros) en los próximos cinco años y que la presencia de Button es ineludible. Williams amenaza con exigir una indemnización al piloto por tal importe si no cumple el compromiso.

El aspecto económico es decisivo para entender el litigio. Button cree que Williams no tendrá la próxima temporada un buen coche con los motores Cosworth V8, pero además Williams le ofrece 16 millones de dólares por dos años, mientras que BAR Honda le ha puesto sobre la mesa un contrato de 88 para los próximos cinco. No hay color. Nick Fry, además, ha desvelado que antes de fichar a Rubens Barrichello para 2006, consultó a Button. "Queremos que esté a gusto con nosotros", asegura el director general de BAR Honda. Williams y BAR acabarán por verse en los tribunales mientras Button seguirá con la duda de saber si esta vez está en el lugar adecuado.