La ONU advierte de que la insurgencia afgana ha sofisticado sus ataques

Naciones Unidas vuelve a recordar estos días, a un mes de que se celebren los próximos comicios legislativos, que el camino hacia la paz y la estabilidad en Afganistán es una empresa que se desarrolla en "circunstancias muy difíciles". Y la violencia es en este momento el principal elemento de preocupación, y más aún si se tiene en cuenta el nivel de "sofisticación" de los ataques de la insurgencia y de elementos opositores al Gobierno de Hamid Karzai.

El último informe de situación elaborado por la ONU, del pasado 12 de agosto y presentando el martes ante la Asamblea General y el Consejo de Seguridad, no sólo constata un incremento de las acciones violentas, sino que advierte además de que las fuerzas rebeldes utilizan armas más avanzadas y ataques de un nivel de perfeccionamiento cada vez mayor. Una realidad que se hace aún más evidente en las provincias del sur y este del país, donde se está registrando una escalada de la violencia.

Ante esta situación, Naciones Unidas pide a los países que actúen de forma decidida para evitar que los insurgentes y los opositores al Gobierno sigan recibiendo apoyo del exterior -financiero y de adiestramiento y refugio- para poder perpetrar sus ataques. Y en este punto precisó que la respuesta militar debe ser "cuidadosamente calibrada", para evitar un mayor sufrimiento de la población civil.

Pero como insiste la ONU, los actos de violencia y ataques de la insurgencia no son los únicos problemas con los que se topa el proceso. Afganistán, como señala el informe, debe hacer frente a "una verdadera combinación de retos", entre los que cita la economía vinculada a la producción y al tráfico de drogas o la fragilidad de la economía y las condiciones sociales, heredados del que está considerado como uno de los conflictos más sangrientos de la guerra fría.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, reconoce que la tarea que hay por delante "no es fácil" y reiteró que el proceso electoral por si solo "no será suficiente para restaurar la seguridad en Afganistán, como una condición para la sostenibilidad del proceso de paz". Es más, advierte de que acabar con la violencia llevará años. Por eso insiste en que el proceso de reconstrucción y de transición política requieren de un compromiso "a largo plazo" de la comunidad internacional.

Annan insiste a renglón seguido en que estas dificultades no deben nublar los "progresos destacables" de los últimos dos años y medio, con la elección de un nuevo Gobierno y la adopción de una nueva Constitución como hitos más relevantes. Los preparativos de los comicios previstos para el próximo 18 de septiembre siguen adelante y la ONU detalla que ya hay registrados 6.000 candidatos y 1,5 millones de electores entre los 28 millones de afganos.

Petición a las tropas

El informe considera alentador que, a pesar de la situación de inseguridad que se vive en muchas partes del país, 600 mujeres se hayan presentado candidatas para ocupar un escaño en los consejos provinciales. Eso sí, pide a los países con tropas desplazadas a la zona que permanezcan "vigilantes" ante cualquier "fuente de intimidación y violencia" contra los que quieren participar en el proceso electoral.

La ONU espera que, pese al incremento de la violencia, el pueblo afgano vuelva a movilizarse de forma masiva para ejercer su derecho al voto, como ya hizo en las presidenciales de 2004. La UE y la OSCE enviarán observadores para apoyar las labores de la ONU, a los que se espera se sumen miles de observadores locales.

Además, Naciones Unidas volvió a pedir la ayuda financiera internacional para cubrir los 31 millones de dólares (25,1 millones de euros) necesarios para ultimar los preparativos de los comicios. "Esperamos la contribución urgente de los países donantes, porque la situación a un mes de los comicios es seria y el dinero es necesario para que el voto se desarrolle de la mejor manera posible", declaró un portavoz de la ONU en Afganistán.

Desde la organización se pide expresamente a la comunidad internacional que evite retirarse del país una vez que se hayan celebrado los comicios. Annan aprovechó la presentación del informe sobre Afganistán para expresar su pesar a las familias de los 17 militares españoles que servían para las fuerzas de la OTAN en la zona y que murieron el pasado martes tras estrellarse el helicóptero en el que viajaban en la provincia de Herat.

[Un policía afgano murió y dos militares estadounidenses y 13 militares afganos resultaron heridos el martes y ayer en enfrentamientos en Afganistán].