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Barcelona tendrá dos nuevos depósitos de aguas pluviales en la Sagrera y la calle de Mallorca

Las administraciones aprovecharán las obras del AVE para construir estas instalaciones

Lluís Pellicer

El Ayuntamiento de Barcelona aprovechará las obras del trazado del AVE por la ciudad para construir dos nuevos depósitos de aguas pluviales, según explicó ayer el concejal de Servicios Urbanos y Mantenimiento, Francesc Narváez. El más grande, de 85.000 metros cúbicos, estará cerca de la futura estación de la Sagrera y permitirá recoger el agua de la riera de Horta. El segundo, de 15.000 metros cúbicos, estará ubicado en la confluencia de las calles de Mallorca y de Urgell. Las obras de estas infraestructuras se efectuarán en paralelo a las del AVE.

Barcelona tiene ahora siete depósitos para regular las aguas pluviales con una capacidad de 472.500 metros cúbicos, el equivalente a 130 piscinas olímpicas. Las dos nuevas instalaciones permitirán disponer de 100.000 metros cúbicos más, lo cual supone cumplir casi la totalidad de los objetivos fijados por el Plan Especial de Alcantarillado de Barcelona para el decenio 1997-2007.

Narváez explicó que los depósitos permiten reducir el riesgo de inundaciones y evitar la contaminación del mar con los residuos sólidos que arrastran las lluvias. Los siete depósitos que ahora hay en Barcelona impiden que se vierta al mar una media de 476 toneladas de residuos al año. Las instalaciones permitieron que el año pasado se almacenaran 522 toneladas de materia en suspensión, 212 más que en 2003.

Este sistema de contención del agua, que funciona desde 1999, facilita que los residuos sólidos se almacenen junto a las aguas pluviales y luego se traten en una planta depuradora. El agua de la lluvia que se recoge también pasa a plantas de saneamiento, donde se limpia y luego de aboca al mar.

Sin embargo, la capacidad de estas intalaciones no significa que "Barcelona esté completamente protegida", advirtió Narváez. En la última tormenta de la ciudad, la del 2 de agosto, las playas amanecieron con multitud de residuos a pesar de que los depósitos no se llenaron. "Muchos de los sólidos que aparecieron no se generaron en Barcelona, sino en otras ciudades del área metropolitana que no cuentan con este tipo de instalaciones", justificó el concejal.

Los depósitos se diseñan a partir de periodos de retorno de 10 años, es decir, se toman como referencia las riadas que han ocurrido en la última década. El sistema permite evitar las inundaciones que hasta hace unos años eran frecuentes en el Poblenou, Ciutat Vella y la Zona Franca.

Capacidad al 30%

Los depósitos de agua este año casi no han tenido que actuar a causa de la sequía. Si en 2002 todos estuvieron llenos en alguna ocasión, este año sólo han llegado a estar al 30% se su capacidad máxima el pasado 2 de agosto. Narváez dio a conocer ayer los datos de pluviometría de Barcelona. Este año aún no ha habido ningún episodio de tormentas muy intensas, y sólo en 18 ocasiones la lluvia ha sido significativa, frente a las 64 que hubo en 2003.

Hasta ayer, los pluviómetros acumulaban 125 milímetros de agua de la lluvia. En el conjunto de 2004 se alcanzaron los 501 milímetros, y en 2002 los 753. Aun así, Narváez aseguró que el Ayuntamiento de Barcelona no está preocupado por la posibilidad de que la persistencia de la sequía pueda obligar a restringir el consumo doméstico de agua.

El depósito más grande es el que está ubicado en la Zona Universitaria, que tiene una capacidad de 145.000 metros cúbicos, mientras que el de la calle de Vilalba dels Arcs, de 18.000 metros cúbicos, es el más pequeño.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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