La libertad como condena

Decía Juan García Hortelano en una entrevista en 1982, a propósito de su Gramática parda, que pretendía hablar de frustraciones, "pero sobre todo de la frustración de la niña -que aparece en la novela- que soy yo, lo mismo que Flaubert era Madame Bovary. Es ese desesperado intento de la literatura lo que es frustrante, o por lo menos no muy optimista, pero al mismo tiempo es la única posibilidad de no frustración, a través de la gramática".
De la condena de ser libres, como decía Sartre, a quien García Hortelano tuvo como referencia -"yo soy muy sartriano, aunque haya que decirlo en voz baja porque está mal visto"-, y de tener que elegir siempre. Una elección, la literaria, que es, a menudo y a la vez, tormento y alivio. García Hortelano dedicó Gramática parda al ejercicio de la escritura, a su ineludible condena. Ése, decía, fue el libro con el que más se divirtió y que le valió el Premio Nacional de la Crítica. "Mi idea de escribir Gramática parda era hablar de literatura pero contando una historia, no haciendo un ensayo".
García Hortelano amaba la poesía: "He hecho todo lo posible y lo imposible para ser poeta. Pero debe ser que Dios no me dio esa gracia". Publicó en vida algunos versos con Echarse las pecas a la espalda (Ayuso, 1977), y elaboró una celebrada antología poética de la generación del 50, a la que él mismo, como novelista, perteneció.
El último libro que publicó fue Muñeca y Macho (Mondadori, 1990), bajo el seudónimo de Luciana de Lais. Falleció el 3 de abril de 1992, a los 64 años.
Dos años más tarde, tal y como había dejado escrito, se desveló su nombre como autor del libro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Educación y desigualdad: sin docentes, no hay futuro
Análisis de ajedrez | El vaivén como obra de arte
Sánchez echa un pulso al automóvil: pide a Von der Leyen que mantenga la prohibición de vender coches de combustión en 2035
El discurso de Nerea Pérez de las Heras ante los influencers en los premios Ídolo: “Pensad antes de empujar a las chavalas a consumir para sostener su autoestima”
Lo más visto
- Nemo devuelve el trofeo que ganó en Eurovisión por el apoyo de la UER a Israel: “No creo que deba estar en mi estantería”
- La carta de Ábalos a Guaidó: “Hemos enviado a Víctor de Aldama para que sirva de enlace en nuestras relaciones”
- Lituania declara el estado de emergencia para hacer frente a la oleada de globos procedentes de Bielorrusia
- Jornada política del 11 de diciembre de 2025 | El PSOE convoca este viernes a las responsables de Igualdad de sus federaciones por el ‘caso Salazar’
- Dimite un miembro de la ejecutiva federal del PSOE tras un nuevo caso de supuesto acoso




























































