"Buscar nuevas alianzas o cambiar de socios es decisión del PSOE. No pedimos exclusividad"

Joan Puigcercós no comparte el pesimismo del Partit dels Socialistes (PSC) sobre el Estatuto catalán y asegura que en septiembre, a base de diálogo y de ceder posiciones unos y otros, el Parlamento autónomo aprobará la reforma. Distinta percepción le produce el trámite en las Cortes por las advertencias de dirigentes del PSOE de recortar su contenido.

Pregunta. Para ERC, ¿quién ha roto la baraja del Estatuto?

Respuesta. La baraja no está rota, ni mucho menos; estamos en una guerra de posiciones en la que cada grupo ha visto las cartas del otro. Lo que sucede es que la firmeza de ERC ha roto dos estrategias coincidentes: la del PSC y la de CiU. El PSC preveía que si el Estatuto fuera el suyo al 100%, Convergència diría que no, y por tanto aparecería como la culpable. Con ello, los socialistas se ahorraban el problema del trámite en las Cortes. CiU, por su parte, esperaba que el Estatuto fuera poco ambicioso, decir que no y poner en un brete a Esquerra.

"Volvería a firmar en Cataluña un acuerdo de gobierno con el Partit dels Socialistes, ahora más que nunca. Cada día estoy más convencido"

"Presupuestos y Estatuto son cosas diferentes, porque cronológicamente no coincidirán"

"CiU empieza a tener problemas de financiación y quiere entrar como sea a formar parte de un Gobierno o intervenir en los Presupuestos"

P. Pero el PSC les acusa de alinearse con las tesis de CiU y sacarse de la manga la reivindicación de los derechos históricos.

R. El PSC está buscando una coartada por lo que pueda suceder en Madrid, pues la reivindicación de los derechos históricos siempre ha estado en la mesa. El PSC está creando una situación de alarmismo falso alegando una cierta inconstitucionalidad que no es real y ha de redefinir su estrategia.

P. ¿Ha faltado diálogo entre los miembros del tripartito?

R. Una cosa es el Gobierno catalán y otra el Estatuto, que no es sólo para esta Legislatura. Es una ley de leyes. Es lógico que se signifiquen mucho más las diferencias de criterio, de objetivos y estratégicas. Todo forma parte de la guerra de posiciones. El PSC está haciendo una escenificación trágica que me parece excesiva y que el presidente Maragall no comparte.

P. Una posible solución...

R. Otra cumbre entre los líderes políticos y, sobre todo, que todos cedan en sus posiciones. Por ejemplo, el PSC en cuanto al blindaje de competencias. CiU debe entender que no podrá seguir boicoteando el Estatuto por elevación y avenirse a nuestra propuesta de financiación. Y Esquerra, adaptarse a lo que marquen los dos partidos -PSC y CiU- que son necesarios aritméticamente para aprobar el Estatuto. Nuestro papel ha sido de ponderador y de que el Estatuto salga adelante.

P. ¿Cómo influirá el dictamen del Consejo Consultivo?

R. En unos aspectos tendremos que tenerlo en cuenta, pero los derechos históricos no son evaluables desde el punto de vista jurídico porque es un concepto político. Nadie nos puede discutir que existíamos antes de la Constitución.

P. La Constitución es un marco político, pero también jurídico.

R. Efectivamente, pero la Constitución no determina la historia de Cataluña, que es preconstitucional. Esto no es un problema nostálgico, pues la propia Constitución faculta instrumentos para acogernos a estos derechos históricos.

P. Para eso está el Tribunal Constitucional.

R. En ese tribunal hay poca movilidad territorial.

P. O sea, que no se fían.

R. Exactamente. No representa todas las sensibilidades interpretativas.

P. Dijo el ministro [de Administraciones Públicas] Jordi Sevilla que no se puede apelar a los derechos históricos para reclamar los aeropuertos.

R. No se pueden pedir los aeropuertos, pero sí grandes infraestructuras o la financiación. Supongo que habrá que renegociarlo en el último tramo. Los derechos históricos son una fórmula para blindar las competencias y no se puede argumentar que después lo reclamará todo el mundo. Aquí hay un intento igualitario de hacer tabla rasa sobre todo lo anterior a la Constitución, y la lengua catalana no nos la inventamos en el 78. Mire, la propuesta de reforma ha obligado al Gobierno a mover ficha en muchos temas; por ejemplo, en la reforma del sistema judicial o la nueva fórmula de financiación.

P. ¿No cree que todos han puesto el listón muy alto en cuanto a sus reivindicaciones?

R. Si mandamos un niño de 60 centímetros a Madrid nos lo devolverán de 30. Las advertencias del PSC para recortar, y las que llegan de poniente son insaciables y no encontramos cuál es el punto de equilibrio y sensatez. El único que hemos visto es el del presidente y de la vicepresidenta. Somos conscientes de que el Gobierno no quiere nuevos estatutos, pues ya está cómodo con los actuales.

P. ¿Usted cree que Zapatero no desea un nuevo Estatuto?

R. No, pero ha entendido que hay una reclamación de gran parte de los ciudadanos y de instituciones de todo el Estado que quieren una reforma.

P. Si fuese por él...

R. Si el PSOE tuviera mayoría absoluta la reforma del Estatuto sería casi imposible.

P. ¿Es compatible un buen Estatuto para Esquerra y que no desborde la Constitución?

R. Sí. Por supuesto. Y lo hemos dicho siempre. Podemos hacer un gran Estatuto para Cataluña sin desbordar la Constitución. Y no lo entendemos de otra forma.

P. Pero cree que las Cortes recortarán el Estatuto.

R. Su voluntad es intentarlo. Pero aquí hay un sujeto que es Cataluña que ha iniciado un proceso de reforma estatutaria. Y esa es la raíz del problema: hay gente en Madrid que no reconoce ni siquiera la existencia de ese sujeto. Y le diré más, ese sujeto tiene el derecho de reformar la Constitución como ha dicho [el presidente catalán] Maragall. Esquerra ha presentado una propuesta ambiciosa para encaminarnos hacia un modelo federal. El escándalo que ha provocado ha sido mayúsculo. Si la Constitución se sigue invocando como una espada de Damocles sobre cualquier reforma de Estatuto, quizá tendremos que reformar la Constitución. No nos dejan otra salida.

P. Si alguien se pone nervioso por el término nación, ¿cómo ha de sentirse cuando oye el derecho a la secesión?

R. Es falta de madurez. Esa copla de la unidad de España, del peligro de ruptura, la oímos desde hace 20 años. ¿Qué fue el franquismo? Pues una invocación permanente a la unidad de España. Han de empezar a acostumbrarse al debate. No dejo de sonreír cuando ahora se amenaza desde el PSOE con buscar nuevos socios parlamentarios. Es curioso cómo la autodenominada izquierda del PSOE, el sector guerrista, dice preferir pactar con los sectores neoliberales, como CiU, antes que con socialdemócratas como nosotros. O sea, que prefieren mantener esa política centralista antes que avanzar en los derechos civiles.

P. No se precipite. Nadie ha dicho que el PSOE quiera pactar con CiU, sólo una advertencia de que hay otras mayorías posibles.

R. El BNG y la Chunta Aragonesista ya están pactando. Respecto al PNV no tenemos ningún problema, pues ha demostrado que, en cuestiones de derechos civiles, es mucho más avanzado que CiU. Además, el derecho a buscar nuevas alianzas parlamentarias o cambiar de socios es una decisión del PSOE. ERC no va a pedir la exclusividad. Nos parece bien que Zapatero quiera fortalecer su mayoría porque eso debilitará al PP, que es el obstáculo que hace temblar al Gobierno y a algunos sectores del PSOE ante cualquier reforma.

P. ¿Una de las cartas de ERC en Madrid son los Presupuestos?

R. Presupuestos y Estatuto son cosas diferentes porque, por ejemplo, cronológicamente no coincidirán. Pero en el Congreso hay tres leyes que forman parte de este marco de confianza y lealtad: Presupuestos, Educación y Justicia. Los acuerdos a los que podamos llegar han de marcar este clima que nos ha de ayudar a aprobar el Estatuto. ERC ha demostrado con creces su lealtad al Gobierno en esta Legislatura, no como otros que sólo buscan su beneficio personal.

P. Dirigentes de ERC dan versiones contradictorias.

R. Puede darse que ERC apoye los Presupuestos y después se rechace el Estatuto en Madrid, pero quedaría muy claro que el PSOE habría cometido una deslealtad. Y no creo que el presidente del Gobierno esté por eso.

P. Antes ha dicho que otros buscan su beneficio personal.

R. Me refería a CiU, pues empieza a tener problemas de financiación y quiere entrar como sea a formar parte de un Gobierno o intervenir en los presupuestos.

P. ¿Hasta cuándo quieren continuar con el PSOE?

R. Si hace falta, ocho años, es decir, dos legislaturas. Nosotros estamos moderadamente satisfechos respecto a algunas reformas de la actual Legislatura, y el Gobierno siempre nos ha tenido a su lado cuando ha habido problemas y sin exigir nada a cambio. Es el mejor Gobierno que podemos tener en estos momentos y en condiciones de entender las reformas que necesita el Estado. ERC no practica ese mercantilismo de CiU que tanta mala imagen ha dado a Cataluña, sino que se trata de solidaridad y de entendernos. El acuerdo con el PSOE no tiene fecha de caducidad, siempre y cuando nos entendamos en las líneas generales.

P. ¿Cómo puede afectar al Gobierno catalán un bloqueo del Estatuto?

R. No quiero ser taxativo, pero quedaría muy tocado. Y no me gusta hablar de elecciones anticipadas porque empieza a parecer grotesco. Depende de quién bloquee el Estatuto; si es CiU no tiene por qué haber elecciones. Veremos si es el PSC, pero creo que no lo hará por responsabilidad.

P. ¿Hasta cuándo jugará a la equidistancia Esquerra?

R. Mantendremos la equidistancia porque tenemos un programa propio, no somos subalternos de nadie y forma parte de nuestra personalidad. Aquí antes había una hegemonía compartida entre PSC y CiU y ahora hay un tercero, que es Esquerra. A algunos les gustaría que en Cataluña existiera el bipartidismo.

P. El ministro de Industria, José Montilla, aseguró que volvería a defender ante el PSOE una alianza en Cataluña con ERC. ¿Usted defendería lo mismo ante su consejo nacional?

R. Y tanto. Cada día estoy más convencido. El otro día el consejo nacional de ERC ratificó nuestra estrategia por unanimidad, y eso que no somos un partido de tradición marxista. Volvería a firmar un acuerdo con el PSC, ahora más que nunca.

P. ¿Es partidario de que Josep Lluís Carod vuelva al Gobierno?

R. Es una decisión muy personal y que además debería secundar el partido. Es un tema que no se ha discutido.