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Reportaje:

"Recuerdos desde el paraíso"

Una exposición en Can Fabra recorre la historia de las tarjetas postales desde principios del siglo XX

Lluís Pellicer

Los recuerdos y las tarjetas postales pueden parecer el aspecto más frívolo de un viaje, pero a través de ellos se pueden observar las transformaciones que han experimentado las ciudades que hoy son los principales destinos turísticos de Europa. El Centro Cultural Can Fabra, en el distrito barcelonés de Sant Andreu, permite recorrer los últimos 100 años de estas ciudades y de este sector de la industria turística a partir de la exposición Recuerdos desde..., una pequeña muestra de una colección de más de 2.500 postales del fondo privado de Ferran Ripoll, aficionado a recopilarlas.

Barcelona es ahora el séptimo destino de Europa, gracias en parte a las transformaciones urbanísticas que se efectuaron a raíz de los Juegos Olímpicos y del Fórum de las Culturas. Las postales de Ripoll evocan otra Barcelona: la de los tranvías, apenas sin coches, que aún no había iniciado su batalla para ganar terreno al mar. También es distinta la Cataluña costera que aparece, casi sin urbanizar y con el patrimonio natural prácticamente intacto.

"Hemos elegido esta exposición por la curiosidad de las postales, por su calidad y porque quien las aporta es un vecino del barrio", explica Pilar Navarro, técnica de cultura del distrito de Sant Andreu. Sus responsables están satisfechos del resultado final de la exposición. Las postales se han distribuido sobre todo de acuerdo con criterios cronológicos y geográficos, aunque se resaltan los hábitos de los barceloneses en el primer cuarto del siglo XX: los domingos en la iglesia y en los toros, y los paseos cotidianos por las cercanías del entonces recién empezado templo de la Sagrada Familia.

Junto a la vida cotidiana, la exposición aporta la arqueología de la tarjeta postal, que fue "una de las primeras señales de la democratización de la fotografía", recuerda Navarro. Hasta 1905 el sistema usado no permitía escribir en el dorso, por lo que se aprovechaba hasta el último espacio en blanco de la imagen para incorporar algún mensaje. La exposición incluye postales de Hauser y Menet, los primeros editores de tarjetas en España. Después de la I Guerra Mundial, Àngel Toldrà toma las riendas de la empresa, que funciona hasta 1960. En Can Fabra se exponen algunos ejemplos -en especial del entorno urbano- de las más de 40.000 fotografías que editó esta compañía postal entre 1920 y 1940.

Hasta el fin de la Guerra Civil las imágenes son sencillas, pero abundan las postales con un fuerte mensaje político. Por ejemplo, hay muchas postales de la I Guerra Mundial que alaban el país al que se pertenecía, fotografías de los líderes de los dos bandos de la Guerra Civil española e ilustraciones de los símbolos de la II República que evocaban la libertad y la justicia. A partir de entonces, proliferan sobre todo los paisajes, a los que en la época de posguerra se les da un acabado en color.

Las últimas vitrinas rompen la línea cronológica de la exposición. Aportan el principal mensaje de la exposición: las técnicas han cambiado, pero no lo que se expresa en las postales, por muy telegráfico que pueda resultar. "Recuerdos desde el paraíso", "llego a Barcelona el día..." o una simple firma precedida por el breve texto "con amor" fueron tan válidos en 1900 como lo son hoy en día.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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