Mercedes crea la superberlina
La interpretación futurista y más práctica de las grandes berlinas exclusivas. El nuevo Mercedes Clase R es un cóctel pionero que fusiona en un solo modelo las mejores virtudes de varios tipos de automóviles. Reúne la imagen distintiva y el confort exquisito de las berlinas de lujo, la potencia y altas prestaciones de los deportivos, el espacio y flexibilidad interior de los monovolúmenes -con seis asientos individuales- y la versatilidad de uso de los todoterrenos, con una tracción 4×
4 que permite superar cualquier imprevisto en un viaje: nevadas, caminos de tierra de acceso a una playa o una casa...
Mercedes denomina el concepto como Grand Sports Tourer, algo así como un superfamiliar versátil y deportivo. Y es el pionero de una categoría a la que pronto se sumarán Audi y BMW, entre otros. Saldrá a la venta en España en febrero, con unos precios estimados a partir de 58.000 euros.
La alternativa a los 4×
4 de prestigio
El Clase R mide 5,15 metros de largo y 1,65 de alto, pero es más bajo y estilizado que los monovolúme-nes y todoterrenos grandes, lo que mejora su dinamismo. La línea, a medio camino entre los primeros y los breaks, mantiene la elegancia de Mercedes. En el frontal, los nervios del capó integran la parrilla en el centro y los faros a los lados. El techo en forma de arco recoge por detrás el portón, pero no lo resuelve con acierto: forma un ángulo recto que contrasta con el trazo redondeado de la última ventanillla y hace que parezca pesado
. Y el parabrisas muy tendido, el techo y un faldón delantero muy trabajado aportan una aerodinámica sobresaliente (CX:0,31).
Las medidas del Clase R reflejan los gustos del mercado norteamericano, que absorberá el 50% de las ventas, y permiten ofrecer un interior enorme e innovador (ver recuadro). Pero este coche responde también a razones sociológicas válidas para muchos países: las nuevas generaciones de altos directivos y ejecutivos no aceptan el diseño clásico y a veces prepotente de las grandes berlinas y prefieren coches más discretos que se adapten mejor a sus estilos de vida activos para disfrutarlos con la familia. Muchos están eligiendo los 4×4 de prestigio (Touareg, X5, Cayenne...), lo que explica su sorprendente éxito, pero sus carrocerías altas y voluminosas penalizan las prestaciones y consumos, y apenas se utilizan fuera del asfalto. El Clase R es una propuesta más lógica y razonable porque ofrece sus ventajas con un comportamiento más ágil y eficaz en asfalto.
Siete velocidades y tracción 4×4
La gama del Clase R contará con tres versiones: 350 (272 CV), 500 (306 CV) y 320 CDI turbodiésel (224 CV), todos con el cambio automático secuencial 7G-Tronic de siete marchas y tracción 4×4 (4Matic). El equipo de serie incluirá también seis airbags (los de las ventanillas protegen las seis plazas) ABS, control de estabilidad ESP con sensor de presión de neumáticos, climatizador bizona, suspensión trasera autonivelante de aire... y muchos detalles más.
En las opciones destaca el sistema Pre-Safe, que detecta y se anticipa a las situaciones de peligro: tensa los cinturones, adapta la posición de los asientos y cierra el techo solar para mejorar la protección si se produce un accidente. Se ofrece también un techo panorámico de 1,2 m2 y la suspensión neumática Airmatic, que baja la carrocería 20 milímetros a partir de 120 km/h. para consumir menos y permite subirla otros 50 para circular por pistas de tierra.
UN SALÓN RODANTE CON SEIS PLAZAS INDIVIDUALES
LA CONFIGURACIÓN INTERIOR del Clase R es una de sus aportaciones más innovadoras y refuerza su sentido práctico como coche familiar. Este salón rodante lleva delante dos butacas impecables como las de las mejores berlinas, pero se va sentado más alto y con una visibilidad superior. La posición de la palanca del cambio automático en el volante, con los pulsadores del accionamiento secuencial detrás del núcleo del aro, permite cambiar con la punta de los dedos y deja espacio libre entre los asientos para integrar una repisa con tapa, dos posavasos y un apoyabrazos central enorme que incluye una bandeja para conectar el móvil.
La segunda fila está formada por dos butacas independientes con apoyabrazos, similares a las de delante. Y la tercera cuenta con otros dos asientos también individuales y aptos para adultos: tienen altura suficiente para que los más altos no toquen en el techo. Todos se regulan en longitud, permiten variar la inclinación del respaldo y cada pasajero cuenta con su propia ventanilla. Pero lo que más sorprende es la longitud disponible, que permite llevar las piernas casi estiradas: de 92 a 99 centímetros entre la primera y la segunda fila, y de 84 a 92 entre ésta y la tercera. Además tiene un maletero de 314 litros que puede llegar hasta 2.385: los cuatro asientos posteriores se pliegan fácilmente y dejan el piso plano para cargar bultos muy largos.
Por lo demás, tanto el diseño como la insonorización y el acabado tienen la calidad habitual en Mercedes, y sólo algunos plásticos presentan un aspecto poco vistoso y mejorable.
DOS CARROCERÍAS: LARGA Y CORTA
EL TAMAÑO del Clase R, 5,15 metros de largo, refleja con claridad que está pensado para el mercado norteamericano. Pero Mercedes ha preparado una segunda carrocería más corta y apropiada para Europa y otros mercados. Se presentará en septiembre en el próximo Salón de Francfort y mantiene la misma línea de la versión larga con 25 centímetros menos de longitud: 4,90 metros. El diseño y la presentación interior son prácticamente idénticos, pero la versión corta ofrece menos espacio entre cada fila de asientos y un maletero algo más pequeño. Las dos se producirán en la fábrica de Tuscaloosa (Alabama) y compartirán los mismos motores.
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