"El Córdoba siempre se está haciendo el haraquiri"

Una mesa en el bar Soul. Córdoba duerme la siesta. Café cargado para los plumillas y zumo de piña para la poeta, que juega en casa.

Pregunta. Vacaciones y Mi primer bikini. ¿Poemas para veranear?

Respuesta. Es terrible: yo nunca he usado biquini. Mi madre siempre ha tenido un gran sentido de la discreción. Además, veraneo en las ciudades, no voy ni al campo, ni a la playa, ni a las piscinas.

P. Así que su poesía no es autobiográfica.

R. Me gusta jugar con el lector, engañar un poco, sugerir, dialogar, pero mucho de lo que cuento es verdad. Yo soy muy del talante.

P. ¿Es todavía adolescente?

R. Según los últimos estudios, eso se acaba a los 18 o 19. Pero si lo que preguntáis es si soy un poco rara, freaky, puede. Siempre estaba leyendo y soy abstemia. Pero no creo que sea poeta todavía. Y me faltan varias cosas para ser una escritora estándar: no fumo, no bebo, no tengo barba y tengo novio, un muchacho normal. No escribe.

P. ¿Cuándo se dio cuenta de que Mi primer bikini era un libro?

R. Escribía muchos poemas y los guardaba en carpetas. Un día, haciendo limpieza, me puse a buscar y me di cuenta de que había un hilo argumental.

P. ¿Cuándo hizo el primero?

R. En enero del 98. Tenía 12 años. Imitaba a esos poetas que declaman con la mano levantada.

P. ¿Le suena Rimbaud?

R. Claro, es mi favorito.

P. ¿Otros?

R. Los románticos centroeuropeos, los clásicos, Leopardi, Hölderlin, Cernuda y Aleixandre, los surrealistas, Aragon sobre todo. Y Silvia Plath y Xavier Villaurrutia. ¡Ese tío escribe lo que yo quiero escribir!

P. ¿De los actuales?

R. Leo todo, incluso a los gallegos. Me gusta Luis Muñoz, su antología Limpiar pescado me interesa mucho, aunque yo más que limpiar pescado remuevo vísceras, soy más carnicera.

P. ¿Tiene padrinos?

R. No, no, yo sólo he tenido mucha suerte, no padrino.

P. ¿Qué le inspira?

R. La poesía que habla de sensaciones compartidas. La televisión, los dibujos animados... Me han criticado por meter personajes de dibujos en mis poemas, pero yo me he criado con la tele en color e Internet, así que hay cosas que compartimos con las generaciones anteriores y cosas que no, y por eso es difícil de entender para ellos.

P. ¿Sexo, drogas, rock and roll?

R. La mía es una generación más mística.

P. Así que la tele es creativa.

R. ¿Por qué no? Es horrible intentar acotar la poesía a lo sublime, eso corta de cuajo la entrada del lector. La poesía tiene que bajar del pedestal, no somos criaturas tocadas por la mano de Dios. ¡Yo no quiero salir al balcón a ver si el colibrí se me posa en la mano!

P. ¿Qué tradición prefiere, Valente, Ángel González?

R. No creo en las batallas dialécticas, hay que mostrar poemas. Valente me gusta; es alto, elevado, pero lo entiendo, y la gente se emociona leyéndolo. Pero yo no quiero seguir el modelo del poeta que se siente cuatro o cinco escalones por encima del resto. Ángel González es el abuelo que todos queremos tener.

P. ¿Piensa emigrar?

R. En Córdoba estoy muy bien.

P. ¿Cómo es?

R. Pequeña y grande a la vez. Contradictoria. Mirad el equipo. El Córdoba es el Mishima del fútbol español. Siempre está haciéndose el haraquiri. Desciende y le hacen un peazo de estadio. ¡Eso es Córdoba!

P. ¿Contradictoria?

R. Sobria y elegante y al tiempo chana y lolailo.

P. ¿Chana?

R. Son esos chicos con pelo pincho y anillacos; les gusta Andy y Lucas y beben botellón.

P. ¿Hay poesía en el botellón?

R. ¿Por qué no? Hay poesía en todas partes. Los chanos, además, también tienen su corazoncito.Claro que yo prefiero a Iker Casillas. Ya le he hecho un poema y todo.