Los forenses califican de psicópata al presunto asesino de dos policías

Pedro Jiménez García, el presunto asesino de las dos policías de L'Hospitalet (Barcelona) el pasado mes de octubre cuando estaba de permiso penitenciario, "presenta un trastorno de la personalidad de características claramente psicopáticas", según los forenses que le han reconocido. El informe oficial precisa también que la personalidad del acusado se caracteriza por "niveles elevados de agresividad, hostilidad, dureza, impulsividad, hipersensibilidad y desconfianza hacia el entorno".

El informe entregado al Juzgado de Instrucción número 4 de L'Hospitalet por los forenses Vicente Medina e Itziar Idiáquez se realizó a partir de dos exploraciones realizadas al preso los pasados 19 de diciembre y 10 de enero. Los especialistas destacan: "Como características de personalidad se aprecian introversión, impulsividad y agresividad latentes, incapacidad para aprender de la experiencia, frialdad afectiva y falta de empatía".

Jiménez García tiene ahora 36 años y "ha pasado prácticamente toda su vida en prisión", recuerdan los forenses. Con apenas 14 años ya pasó por lo que entonces era el Tribunal Tutelar de Menores, y en cuanto cumplió 16 ingresó en la cárcel, cuando la edad penal en España estaba fijada en esa edad. Jiménez García nunca llegó a trabajar en la prisión y sólo realizó cursos de formación profesional de peluquería, albañilería y mecánica de automóviles.

El preso está acusado de haber asesinado a puñaladas el 5 de octubre del año pasado a las agentes en prácticas del Cuerpo Nacional de Policía Aurora Rodríguez, de 23 años, y Silvia Nogaledo, de 28, cuando disfrutaba de un permiso penitenciario. Dos días después de los crímenes fue detenido en Girona. Jiménez García cumplía una condena de 52 años de cárcel por robo y violación cometidos en 1992. Esos hechos ocurrieron precisamente durante otro permiso concedido mientras cumplía otra pena de 15 años por violación impuesta en 1988.

Jiménez García es el tercero de cuatro hermanos y dicen los forenses que "vivió su infancia en una zona socialmente marginada" y que se trata de un hombre "inquieto y mal adaptado desde pequeño, que realizó una escolarización insuficiente, más por su inconsistencia y falta de asistencia que por una carencia de recursos intelectivos". Añaden también que "presenta un nivel intelectivo dentro de los límites de la normalidad para una población media de su edad y medio socioeconómico".

Precisamente en una de las sentencias condenatorias contra Jiménez García se asegura: "Los psicópatas son individuos con trastornos graves de la conducta, pero que no presentan alteraciones psíquicas importantes (...). No es ciertamente un enajenado en sentido estricto, pues no está fuera de sí, aun cuando puede ser un enfermo mental".

El reciente informe de los forenses asegura que Jiménez García es un hombre "consciente y correctamente orientado, que no presenta alteraciones cognoscitivas, tiene la memoria conservada y no se aprecian trastornos en cuanto a la retención amnésica". A juicio de los forenses, el preso presenta también un "pensamiento fluido".