Un estudio considera urgente instalar en el Mediterráneo sensores de 'tsunamis'

El Mediterráneo tiene un riesgo real de tsunamis, por lo que existe una necesidad urgente de instalar sensores de alerta temprana que permitan prevenir la aparición de maremotos. Según el último número de la revista Marina Civil, científicos como Michell de Villeneueve, del Centro Francés de Investigaciones Científicas (CNRS), han pedido, tras el tsunami del Índico, la urgente instalación de sensores de presión en el Mediterráneo porque, según él, existe un riesgo real del fenómeno. El científico francés mantiene que en el Mediterráneo, el Caribe y las Malvinas hay sistemas geológicos idénticos a la falla de Sumatra que provocó el tsunami, por lo que alerta de los riesgos y denuncia que, aunque existen sismógrafos que permiten detectar los terremotos, no hay sensores específicos para este fenómeno que permitan avisar con anticipación.

El artículo analiza el sistema DART (Deep-Ocean Assessment and Reporting Program), que funciona con éxito en el Pacífico Norte, y su posible uso en el Mediterráneo. El DART consiste en una serie de sensores de presión de fondo conectados a una boya de superficie con elementos de transmisión de datos, que son enviados a través de un sistema de satélites al Centro de Peligro de Tsunamis, que los analiza. La importancia de este sistema radica en que permite saber cuándo se ha desencadenado la secuencia que origina el tsunami y estimar su hora de llegada a la costa.

El Mediterráneo sufre cada 300 años un maremoto de gran virulencia, y hoy en día registra un 10% de los tsunamis que se producen en el mundo. La zona del Mediterráneo más sensible a los efectos de tsunamis se sitúa en el espacio que forman el mar Balear, el de Alborán, la Hoya Argelina, el mar de Liguria, el Tirreno y el Canal de Sicilia, debido al choque de las placas tectónicas eurasiática y africana. Según la misma fuente, se espera que para el año 2007 se implanten 32 unidades del sistema en el Mediterráneo.