"Nuestras playas no están contaminadas"

El alcalde de Cartaya (Huelva), el socialista Juan Antonio Millán, es un madrugador nato que disfruta de su pueblo desde las siete de la mañana. "Ya se ve gente por la calle. Eso denota que hay empleo", afirma. Él dice que trabaja los 365 días del año. Lo corroboran todos lo que le conocen. "Mis vacaciones son ser alcalde. Me divierto siéndolo", asegura. Cartaya ha crecido bajo su mandato; tanto como sus pedanías de El Rompido, un centro gastronómico y turístico de primer orden, y Nuevo Portil, el otro enclave costero que se ha convertido en referente de complejos turísticos más modernos.

Pregunta. Usted ha desmentido que las playas de Cartaya estén contaminadas como advertía un informe de la Junta

Respuesta. Todos los análisis realizados confirman las buenas condiciones higiénico sanitarias de las playas y descartan cualquier índice de contaminación. En Cartaya tenemos una larga trayectoria en la depuración de aguas y el episodio de contaminación fue algo puntual. Nada más. Nosotros extraímos las aguas fecales en el caño de la Culata y se limpió a fondo. Se han hecho posteriormente muchas analíticas y, ni antes, ni después de ese incidente, el agua del río en el caño de la Culata en El Rompido y Nuevo Portil han arrojado índices de contaminación.

P. ¿En qué medida afectan los incendios al turismo?

R. En Huelva tenemos que procurar no crear alarmas innecesarias. Los turistas son muy sensibles a la hora de elegir el lugar de sus vacaciones. Sabemos que la mayoría de los fuegos son producidos por la mano del hombre, por eso, cuando surge un incendio, lo primero es apagarlo y después saber quien lo produjo. Los fuegos no pueden quedar impunes.

P. ¿Qué atractivos tiene la zona de Cartaya para el turista?

R. Ofrecemos calidad para un turismo ambiental, de personas que sean respetuosas con la naturaleza y amantes de la cultura y del deporte. Nuestras urbanizaciones son de baja densidad. El planeamiento urbanístico limita las zonas turísticas a 10 viviendas por hectárea en Cartaya, a siete en Nuevo Portil y a cinco en el Rompido. Todo un ejemplo.

P. ¿Qué avances hay en materia de turismo activo?

R. En Cartaya y, en general, en toda la provincia de Huelva, tenemos que ser conscientes de que el turista que visita nuestras playas lo hace para descansar y disfrutar, no para estar en un sanatorio. Recientemente hemos inaugurado el edificio Receptivo Turístico en el que se ha creado un vivero de empresas para que los jóvenes desarrollen su capacidad empresarial en este sector.

P. ¿Se corresponde el desarrollo urbanístico con unas buenas comunicaciones?

R. La variante este es una pieza clave que evita tener que cruzar los núcleos de Cartaya y de El Rompido para llegar a la costa y se elimina el paso por tres cruces en los que se producían atascos. La consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez, aseguró que a principios de año comenzarían las obras de la carretera de Malpica, que facilitará el acceso directo a Nuevo Portil.

P. ¿Qué importancia turística tienen los campos de golf?

R. El Plan General prevé siete campos de golf, de los cuales hemos construido sólo dos hasta el momento. No entiendo por qué se demonizan los campos de golf: en realidad consumen menos agua que un naranjal y contaminan menos el acuífero que una explotación hortofrutícola.

P. ¿Se siente satisfecho del despegue turístico de la zona?

R. Hemos aumentado en 3.100 plazas hoteleras en tan sólo 16 meses y hemos inaugurado cinco cadenas hoteleras de cuatro y cinco estrellas. Nuestro crecimiento consiste en el desarrollo de complejos turísticos, de viviendas de baja densidad.

P. ¿Qué turista elige las playas de Cartaya?

R. Nuestro turismo es de alta calidad. Están viviendo desde Madrid, Gran Bretaña y de los países nórdicos. Gente que le gusta el golf, la hípica, los deportes de vela y disfrutar de la naturaleza. También vienen personas mayores, no jubilados, de alto poder adquisitivo, que buscan un chale y no un apartamento.

P. ¿Su rincón preferido?

R. Me gusta mucho pasear por el pinar y contemplar las vistas hacia la flecha de El Rompido. En su conjunto, cualquier paisaje es ideal aquí para caminar o ver una puesta de sol: las marismas y la dunas, por ejemplo. Pero si tuviera que elegir uno me quedaría con el pinar. Son 11.500 hectáreas con abundante flora y fauna.