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Reportaje:PLAN DE BARRIOS | Casablanca, de Sant Boi

Un esfuerzo para no convertirse en un gueto

El barrio de Casablanca busca renovar sus edificios, algunos en estado ruinoso, y revitalizar una población envejecida

El barrio Casablanca, en Sant Boi de Llobregat, creció como tantos otros con la llegada de la inmigración andaluza y extremeña entre los años sesenta y setenta. En la actualidad se encuentra con que debe hacer frente a un conjunto de problemas para evitar convertirse en un gueto: el envejecimiento y la pérdida de población, su aislamiento, una mala conservación de los edificios y la escasa actividad económica. Las ayudas de la Ley de Barrios, a cuya segunda tanda se ha añadido, son parte de su esperanza.

La llegada de la inmigración sustituye la falta de población autóctona. Con 3.864 habitantes, el 15% del total es mayor de 64 años. En poco tiempo, ha perdido el 5% de ciudadanos. La alarma social en las plazas, la falta de equipamientos y el estado de los espacios públicos son las principales preocupaciones de los vecinos, según se desprende de una encuesta que el Ayuntamiento de Sant Boi ha realizado en el barrio.

Los viejos talleres mecánicos dispersos se agruparán en un solo equipamiento
En poco tiempo, ha perdido el 5% de sus 3.864 habitantes. El 15% es mayor de 64 años

El 10% de los edificios que forman el barrio se encuentra en mal estado o en situación ruinosa, según el Censo de Viviendas de 2001. La mitad tampoco cuenta con ascensores. El Ayuntamiento ha elaborado un plan de reforma integral que prevé poner en marcha medidas dirigidas a dignificar el barrio de aquí al año 2009. Para acelerar el proceso, presentó las acciones previstas en la Ley de Barrios de la Generalitat y logró la subvención que prevén estas ayudas. De los 13,3 millones de euros que costará llevar a cabo el plan integral, el Gobierno aportará 6,7 millones. El resto irá a cargo del consistorio, que realizará un proceso de participación ciudadana en el que se recogerán las propuestas de los vecinos para incluirlas en el plan de actuación integral.

"Casablanca no es aún un barrio degradado, aunque si no se actúa puede convertirse en un problema. Lo cogemos a tiempo", afirma la alcaldesa, Montserrat Gibert.

Los proyectos que se realizarán son actuaciones de mejora de la accesibilidad, un programa de reforma urbana, la rehabilitación de los edificios, la construcción de un casal y de un espacio para albergar pequeños negocios actualmente mal ubicados, así como el fomento de la integración social. En este último punto se prevé trabajar especialmente sobre la mejora de la calidad de vida de los ancianos y la participación de la mujer en el impulso que pretende tomar el barrio.

Las barreras físicas que aíslan el barrio se encuentran tanto en el exterior como en su interior. Casablanca está franqueado en dos de sus límites por la C-245 y la ronda de Sant Ramon. El Ayuntamiento prevé prolongar la carretera C-245 en forma de rambla ciudadana hasta el barrio, conectándolo con el resto del municipio. Otro eje de comunicación será un paseo que cruzará todo el municipio a través de las instalaciones de Fecsa-Endesa y el cuartel militar, que según los planes del consistorio deben desaparecer. En el corazón del barrio, escaleras y otras barreras arquitectónicas separan los espacios urbanos. El consistorio prevé salvar los desniveles y mejorar la circulación interna.

Los bloques antiguos dibujan la cara triste del barrio. La edad avanzada de buena parte de sus habitantes complica su participación en la reforma, explican fuentes municipales. Aun así, las fachadas se reformarán en una actuación conjunta en todo el barrio y los espacios entre viviendas se reurbanizarán para darles un aspecto más amable. También se estudia cómo equipar con ascensores el 54% de edificios sin esta instalación.

Se prevé revitalizar el barrio mediante la construcción de equipamientos, como es el caso de un polideportivo. El casal de barrio se ampliará para acoger a todas las entidades, que suman 19, un número considerable teniendo en cuenta la reducida población de Casablanca. El barrio albergará un Centro de Recursos para la Gente Mayor, el primero en Cataluña con servicios exclusivamente dirigidos a la tercera edad. El edificio tendrá una biblioteca especializada, cursos y talleres, así como programas de orientación. "Será punto de referencia también para las poblaciones de los alrededores", explica Gibert. La alcaldesa cree que este centro servirá no sólo para atender al colectivo, sino también como punto de atracción de "voluntariado formado por gente joven".

Con el 9,2%, Casablanca es el barrio de Sant Boi con mayor proporción de inmigración. Dos terceras partes proceden de Marruecos. El Ayuntamiento quiere situar a la mujer en general y en especial a la inmigrante en cada una de las acciones que llevará a cabo. Por ejemplo, "se formará una cooperativa de mujeres, mientras que en el momento de montar un comercio o cualquier actividad económica se trabajará con ellas", comenta Gibert. La intención es que el colectivo femenino forme parte activa del impulso del barrio.

Las acciones para incentivar la economía son otro eje del Plan Integral, puesto que la tasa de paro alcanza el 13,3% en Casablanca. Entre sus acciones se incluye la configuración de un eje comercial que espera fomentar la instalación de nuevas actividades.

Los viejos talleres mecánicos que trabajan en precario dispersos por las calles de Casablanca se agruparán en un solo equipamiento que construirá el Ayuntamiento y que contará con servicios comunes. También se creará otro espacio para albergar empresas. El objetivo es que "la población pueda trabajar en el propio barrio", destaca el consistorio.

Las edificaciones más antiguas datan de los años 1920 y 1930. La primera en instalarse en la zona fue precisamente una casa de color blanco que aún sobrevive en el centro del barrio al cual ha dado su nombre. Pero la mayor parte de las viviendas se edificaron a partir de finales de los años sesenta para albergar a las personas que llegaron de las grandes oleadas migratorias. Entonces la población se multiplicó por siete en muy poco tiempo y el barrio creció sin contar con una planificación previa.

Pese al estado actual de las calles, uno de los principales activos del barrio es que "los habitantes le tienen mucho cariño", destaca el propio Ayuntamiento. Si bien el origen de su población es principalmente de comunidades del sur de España, la integración se realizó de forma ejemplar. Muestra de ello es el gran nivel de asociacionismo, el más importante en todo Sant Boi. Casablanca cuenta con diversas entidades que exaltan tradiciones catalanas, como la Colla de Diables y de Geganters de Casablanca, propias del pequeño barrio. Debido a su carácter y su tamaño, algunos vecinos lo consideran como un pueblo.

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