Chano Lobato encandila al público de La Unión

La participación de la cantaora Estrella Morente dejó pequeño anoche el antiguo Mercado Público de La Unión, sede desde 1978 del Festival Internacional del Cante de las Minas, que el año pasado tuvo como principal protagonista a su padre, Enrique Morente, quien fue homenajeado por la organización del certamen. Con un espectáculo al toque de Alfredo Lagos, como segunda guitarra a José Carbonell, El Monti, Bandolero en la percusión y las palmas y los coros a cargo de Remedios Heredia, Victoria Carbonell, La Globo, y Ángel Gabarre, Estrella Morente repitió el éxito de su actuación de 2003, también vivida con gran expectación, y que a juicio de los entendidos catapultó la carrera de esta cantaora, que también recurrió al baile en su actuación, que forma parte de la gira veraniega, que ha iniciado tras su segunda maternidad.

La gala comenzó al filo de las once de la noche en la catedral del Cante (antiguo Mercado Público). Tras su actuación estaba previsto el tradicional trasnoche flamenco, a cargo del guitarrista Jerónimo, en el recinto de Maquinista de Levante, muy cercano a la sede del festival.

Pero el festival lo abrió el pasado viernes el veterano Chano Lobato, quien en todo momento se mostró "en su salsa", lo que se traslució en su relación con el público, al que se atrevió a contar anécdotas, como la interpretación que protagonizó "en un hotel de la Gran Vía de Madrid, en la que pensábamos que no nos iban a pagar después de haberle visto las piernas a uno de los cantantes", contó Lobato.

También logró arrancar las risas de los presentes cuando aseguró que su madre jugaba todos los días a la lotería, "para que dejara de cantar", por lo que todo el mundo agradeció "su mala fortuna". Pero además de su humor, Lobato logró encandilar con su cante al público de La Unión, con fama de entendido, y que aplaudió tanto los tangos que inauguraron su interpretación como el resto, entre las que se encontraban bulerías, cartageneras y tarantos con aires rítmicos de bulerías. Junto con el guitarrista Paco Cortés pasó a cantar coplas de Concha Piquer, chachachás, colombianas, y chuflas gaditanas. Bailó y hasta cantó a capella. Y cuando el público le aclamaba regresó y volvió a cantar y a bailar de nuevo, con su peculiar forma, casi cómica, hasta que se marchó diciendo: "Me voy, pero hoy me voy a emborrachar, iré al médico mañana".

Antes de la actuación de Chano, la cantaora Mayte Martín ofreció su espectáculo Flamenco de Cámara, con las guitarras de Juan Ramón Caro y de José Luis Montón, el violín de Olvido Lanza y las palmas de Ana Gómez y de Sara Barrero. Y por último, para cerrar la gran velada, llegó el sevillano Manuel Cuevas con su grupo presentando su espectáculo Esencia: flamenco en estado puro.