La política hacia el PNV origina una discusión interna en el PSE

La definición de la política a seguir respecto al PNV apunta a convertirse en un elemento de controversia interna en el PSE-EE, a tenor de las declaraciones en sentido divergente realizadas ayer por su secretario general de Álava, y presidente del Senado, Javier Rojo, y por el secretario de Organización de Vizcaya, Melchor Gil.

Rojo anunció ayer que en el próximo congreso del PSE-EE este otoño, propondrá una política de entendimiento y acuerdo con el PNV, con el objetivo, añadió, de impedir que EHAK "marque" la política vasca y se convierta en la pieza decisoria.

La relación actual de fuerzas en el Parlamento vasco, en ausencia de pactos entre otros, hace depender las mayorías de los votos de esa formación, como ocurrió en la misma investidura del lehendakari. Rojo argumenta que no puede permitirse que EHAK consolide esa posición de privilegio porque las fuerzas mayoritarias resulten "incapaces de hacer otra cosa".

El dirigente socialista alavés cree además ver "circunstancias" nuevas en la política vasca y cambios "sustanciales" en el PNV que abrirían el paso al acercamiento que propone. Rojo se desmarcó además del "discurso de tierra quemada y la estrategia de trinchera" del PP, con el que su partido mantiene una dura confrontación en las instituciones alavesas, añadida a la de la política nacional entre el PSOE y los populares.

En el ángulo opuesto de visión se situó, sin embargo, su compañero de partido Melchor Gil, desde la plaza fuerte del socialismo vasco, Vizcaya, donde el PSE gobierna importantes ayuntamientos apoyado justamente en el Partido Popular. También en Irún, la segunda ciudad de Guipúzcoa, acaban ambos partidos de firmar un pacto municipal.

Ingenuidad

Gil dijo que no existen las condiciones para pactar con el PNV, porque no se sabe si tiene "una estrategia o tres", en referencia a las posiciones del presidente del partido, Josu Jon Imaz, su líder en Guipúzcoa, Joseba Egibar, y el propio lehendakari, Juan José Ibarretxe.

El responsable de Organización de Vizcaya reconoció como aceptable en términos de "reflexión teórica" el planteamiento de Rojo, pero aseguró que, trasladado a los medios de comunicación, "perjudica al partido" y "debilita" su estrategia. Gil calificó al secretario general de los socialistas alaveses de político "valiente y honesto", pero estimó que "ha pecado de ingenuidad" en una partida, la de las alianzas en la política vasca, en la que el PSE, dijo, debe jugar con inteligencia.

El PP consideró la propuesta de Rojo como "traición a sus votantes" después de presentarse durante la campaña electoral como alternativa al nacionalismo.