Valenzuela dice que el nuevo trazado es un paso para derogar el Júcar-Vinalopó

El presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Antonio Fernández Valenzuela, no dudó ayer a la hora de alinearse con las tesis del PP en la polémica suscitada tras el anuncio de que el Ministerio de Medio Ambiente modificará el trazado del trasvase Júcar-Vinalópó. Valenzuela pidió directamente la dimisión de la ministra Cristina Narbona porque, a su juicio, "el cambio de trazado no es más que el primer paso para la derogación definitiva del trasvase por la puerta de atrás, aprovechando el periodo vacacional para coartar la movilización de la sociedad".

El titular del ente cameral, ex presidente socialista de la Diputación de Alicante, achacó el cambió de opinión del Gobierno central respecto al trasvase a la "presión" que, según él, ejerce en el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero la formación nacionalista catalana ERC. "Alicante ha tenido doble mala suerte desde la llegada de Zapatero al poder, víctima de dos estrategias políticas nacionales en las que somos monedas de cambio", dijo. "Primero fue la derogación del trasvase del Ebro y, ahora, le toca al del Júcar-Vinalopó, a cambio de que ERC apoye los presupuestos de 2006".

Para Fernández Valenzuela, el cambio de trazado supondrá unas pérdidas para el erario público de 150 millones de euros. "Y, además, por la tubería no vendrá agua, sino puro veneno, agua envenenada". El presidente de la Cámara expresó su apoyo a las movilizaciones anunciadas en septiembre por el Consell, al que sólo recriminó en un aspecto: "Para garantizar los excedentes en la toma de Cortes de Pallás, había que realizar las obras de modernización de regadíos del Júcar, que no se están ejecutando".

Por otra parte, el secretario de Medio Ambiente del PSPV, Francesc Signes, pidió ayer la dimisión del consejero de Agricultura, Juan Cotino, "por su actitud totalitaria y antidemocrática con los agricultores", en referencia a sus declaraciones solicitando la renuncia del presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), por su apoyo al nuevo trazado. Signes acusó a Cotino y al presidente del Consell, Francisco Camps, de "presionar a las asociaciones agrarias para que se adhieran a la actuaciones del PP".

Dirigentes de EU-L'Entesa y del Bloc también terciaron ayer en la polémica sobre el trasvase. La primera formación, a través de su diputado Carles Arnal, acusó al PP de realizar un uso "demagógico" de los agricultores y añadió que los argumentos del Consell para rechazar el cambio de trazado "demuestran la inviabilidad de la obra hidráulica". Mientras, el secretario general del Bloc, Enric Morera, tildó de "repugnantes y propias de etapas predemocráticas" las declaraciones del consejero de Agricultura contra el presidente de AVA. "El PP mantiene una actitud mafiosa y gangsteril con todos los que critican su política", aseveró.