En agosto, más bibliotecas que piscinas

En un mes tradicionalmente ligado al descanso y el tiempo libre como es el mes de agosto, los ciudadanos de Valencia tienen más facilidades para encerrarse en una biblioteca que para darse un chapuzón en las piscinas de la ciudad.

De las 13 piscinas cubiertas municipales que hay en la ciudad, sólo dos permanecerán abiertas durante todo el mes de agosto. Durante el mismo mes, la Universitat de València, por el contrario, mantendrá abiertas todas sus bibliotecas, en horario matinal, hasta el día 16, y las 24 horas a partir del mismo, con vistas a la preparación de los exámenes de septiembre.

Cada año el número de personas que pasa, por obligación o deseo, el mes de agosto en la ciudad aumenta. Para ellos, nadar, bañarse o refrescarse en una de las piscinas municipales será una tarea complicada.

La delegación de Deportes y Tiempo Libre del Ayuntamiento, sin embargo, ha declarado que el motivo de esta actuación es que "en verano el número de usuarios desciende considerablemente" y que estos parones se utilizan para tareas de limpieza y mejora.

Para Mercedes Caballero, concejal del grupo socialista, esta respuesta, "no tiene ningún sentido". Las únicas dos piscinas cubiertas que permanecen abiertas todo el mes de agosto son la de Ayora y la del complejo deportivo de Abastos. Ambas piscinas están gestionadas por empresas privadas. Según Caballero, "las empresas no van a perder dinero, así que usuarios seguro que hay. Si no, esas piscinas también cerrarían".

De las once piscinas cubiertas restantes sólo las de Rambleta y El Carme abrirán al menos dos semanas. Las de Patraix, Torrefiel y Trafalgar una sola semana y las seis restantes no abrirán sus puertas hasta la primera semana de septiembre.

Este no es el primer mes de agosto que los valencianos pasan sin piscinas. En 2003, sólo las piscinas del complejo de Abastos estuvieron abiertas al público.

La Universitat de València, en cambio, volverá a abrir sus bibliotecas durante todo el mes de agosto. Aida Mezquida y Carolina Boix son dos amigas universitarias que acuden diariamente a la Biblioteca Joan Reglà de Humanidades. "Tengo que aprobar en septiembre y en mi casa no consigo concentrarme" comenta Mezquida, estudiante de Química. Boix añade que "deberían abrir todo el día, por lo menos entre semana".

El Ayuntamiento de Valencia, sin embargo, también ha cerrado las bibliotecas municipales. De las 26 que existen en toda la ciudad sólo permanecen abiertas al público la Biblioteca Deportiva, la Musical y la Biblioteca Central, todas situadas en la plaza de Maguncia.

El Ayuntamiento, durante el mes de agosto, ha decidido cerrar algunos de sus servicios por vacaciones, sin preocuparse por los miles de personas que no se han ido a veranear.

"Si pudiera estaría en una piscina y no aquí en la biblioteca", asegura David Vicent, estudiante de Filología Alemana. "Vengo porque los libros que necesito para estudiar sólo los puedo encontrar en las bibliotecas universitarias, sino me quedaría en mi pueblo" comenta Vicent.

En uno de los veranos más calurosos de los últimos años, los valencianos que quieran refrescarse o seguir con su habitual hora de natación tendrán que acudir a la playa.