Nuevos máximos
El incremento de los beneficios empresariales en el segundo trimestre del ejercicio que se vienen publicando en los últimos días ha dado un nuevo impulso alcista a los mercados de valores europeos, que consiguen así nuevos máximos anuales.
La solidez de los resultados de la mayoría de las empresas que cotizan en el mercado, apoyadas por el renacer de las operaciones corporativas, hace olvidar, al menos por unos días, la errática evolución de la economía y permite a los inversores contar con un elemento objetivo a la hora de arriesgar su dinero.
En estos momentos, entre las variables que manejan los analistas -beneficios empresariales, evolución de la economía, precios del petróleo y situación geopolítica- se impone la valoración de la primera ante la momentánea quietud del resto, pero sin olvidar que se trata de una especie de juego de vasos comunicantes que puede alterarse en cualquier momento.
El Ibex 35 subió ayer el 0,45% y se situó en 10.088,70 puntos, el octavo mejor registro en cuatro años y medio, mientras que el Ibex de las empresas medianas subía el 0,5%, y el de las pequeñas, el 0,66%.
Las Bolsas de París y Francfort completaron un panorama muy positivo para los mercados de la eurozona al conseguir subir un poco más el listón de los máximos anuales, lo que, para el caso de la Bolsa alemana, supone acumular 11 máximos anuales consecutivos. París subió el 0,28%, y Francfort, el 0,24%, mientras que la Bolsa de Londres ganaba el 0,14%.
La contratación en el mercado continuo descendió respecto de la sesión anterior por la menor actividad institucional, que se limitó a 1.330 millones de euros. Las operaciones "abiertas" mejoraron en más de 300 millones de euros la cifra del martes, hasta alcanzar los 2.260,42 millones de euros, que muestran un creciente interés de los inversores finales, pero sin que nadie se atreva a definir los plazos de actuación.
El mercado estadounidense apenas aporta nada nuevo en los últimos días, incluso cuando los indicadores económicos confirman las expectativas de reactivación. Los pedidos de bienes duraderos registraron en junio la mayor subida en tres años, pero los inversores continúan mostrando un notable escepticismo sobre las posibilidades de que esa situación se mantenga a medio plazo.
