Saiz recurre a la vía extranjera con Vinokúrov
El Liberty ficha al kazajo para aspirar al Tour tras las decepciones de los españoles Heras y Beloki
Sólo dos días después de que Armstrong bajara definitivamente el pie de la bicicleta tras ganar su séptimo Tour seguido, el Liberty Seguros-Würth ha abierto el fuego en el mercado con la contratación por tres temporadas de Alexander Vinokúrov, quinto en la pasada edición con el T-Mobile, ganador de dos etapas, tercero en 2003, y uno de los grandes aspirantes a heredar la corona del norteamericano. Sin el gran Lance, la conquista de la ronda francesa se antoja más abierta, el abanico se ha ampliado, y Manolo Saiz, el director del Liberty, lanzó la soga al cuello al kazajo, de 31 años, anticipándose a los equipos franceses del Crédit Agricole y AG2R, que también le habían deslizado una oferta.
En su eterna intentona por ganar el Tour de Francia, la carrera que ciega a las demás, Saiz rodeará a Vinokúrov de un ambiente a su medida, de sus compatriotas Sergei Yakolev (T-Mobile) y Andre Kashechkin (Crédit Agricole), y le concederá el liderato del equipo sin discusiones. Atrás han quedado Roberto Heras y Joseba Beloki, relegados a un papel secundario después de su paso sin gloria por la ronda francesa -Heras finalizó en el puesto 40, a una hora y 38 minutos, y Beloki fue el número 75, a casi dos horas y media- y en el ocaso de sus carreras tras pasar ya sus mejores momentos. En los últimos tres años, ningún español ha subido al podio de París. Iban Mayo, el hombre que asustó a Armstrong el curso pasado, se ha hundido también en la clasificación, y sólo Paco Mancebo, cuarto, Alejandro Valverde, aún una incógnita pese a desafiar al estadounidense y contar con sus elogios, Pereiro, décimo y corredor más combativo de la prueba, y Contador aparecen en un panorama español algo desértico y sin grandes figuras. Sin un chico de la casa que ilusione, sin un hombre Tour, Saiz ha apostado por Vinokúrov en un regreso a planteamientos anteriores, a los tiempos de Zülle y Jalabert como grandes figuras del ONCE.
En las quinielas por conquistar el primer Tour post-Armstrong, Vinokúrov asoma la cabeza junto al italiano Ivan Basso, de 27 años, tercero en 2004 y segundo este año; Cunego (23 años), ganador del Giro de 2004; y Ullrich, el eterno aspirante, ganador del Tour de 1997 y cinco veces segundo, el alemán que ha asegurado que no se retirará hasta pedalear otra vez por París de amarillo. Saiz cree en Vino, en su intuición, su espíritu de atacante nato, en su explosividad en la montaña. "Tiene una gran competitividad y capacidad de liderazgo, especialmente en el Tour de Francia. Durante toda su carrera ha demostrado una mentalidad que coincide perfectamente con la del equipo. Además de un líder, será un maestro para los jóvenes a lo largo de los próximos tres años", asegura Saiz. El director quiere juntar al kazajo con Heras para, dice, formar "un buen tándem de presente y trabajar con margen suficiente para no presionar en exceso a los corredores más jóvenes, que deberán tomar el relevo en el futuro". Saiz apostilla: "Vinokúrov no viene a sustituir a nadie, sino a fortalecer al Liberty en las pruebas de tres semanas y en las clásicas, en las que es un maestro".
"El Liberty es el equipo que posee más argumentos. Es el conjunto más organizado y más experimentado. Tienen los mejores escaladores y son de los mejores en la contrarreloj por equipos. Mi elección casi se imponía de manera natural con las miras puestas en el Tour de Francia", aseguró Vinokúrov. El kazajo ha decidido abandonar el T-Mobile, antes Deutsche Telekom, después de seis temporadas, para no compartir los galones con nadie. Jan Ullrich, el jefe de filas, será en la próxima edición su rival en lugar de su superior. "Quiero ganar el Tour en los dos próximos años. Ya hablamos de mi programa de carrera y tengo la garantía de estar totalmente libre para orientar todo al Tour. Con el Liberty, seré el único líder en julio", zanjó Vinokúrov, ganador, entre otras pruebas, de la Dauphiné Libéré (1999), la Vuelta a Alemania (2001), la París-Niza (2002 y 2003) y la Lieja-Bastogne-Lieja (2005). El Tour está en su punto de mira. Y, como siempre, en el de Saiz, lanzado ahora a la vía extranjera.
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