Mi hijo etíope

El director de Homo Zapping y Tapas, que estos días pone voz a Joe Dalton en la película Los Dalton contra Lucky Luke, elige destino en un abrir y cerrar de ojos: "Hace ocho meses fui a Etiopía a adoptar a mi hijo. Un viaje que me ha cambiado la vida".

No quiero ni imaginarme los nervios en el vuelo.

No hay manera de echar un sueñecito; la cabeza te va a cien por hora. Era una montaña rusa de emociones. Sabía que la ida la hacíamos dos y que a la vuelta seríamos tres.

¿Es Etiopía como la imaginamos?

Es el único país africano que no ha estado colonizado al 100% durante un periodo definido del tiempo y tiene una idiosincrasia muy fuerte. Su idioma es ancestral, y sus rasgos, bellísimos. Tienen algo, como cierto orgullo en el ADN. Mi hijo tiene un año y medio y va con la cabeza alta. Si es cierto que es la cuna de la humanidad, debemos estar orgullosos. Con lo bueno que era el molde, hay que ver cómo hemos degenerado.

¿Cómo fue el encuentro con su hijo?

Fue un momento lágrima importante. De pronto apareció un renacuajo... Al cabo de dos horas, el concepto de papá y mamá lo tenía más claro que el agua. Era más consciente de lo que estaba pasando que nosotros, que estábamos en pleno pelotazo. Tengo pendiente regresar a Etiopía, aunque me parece que ahora voy a volver más de una vez.