El Estatuto

El líder del PP catalán, Josep Piqué, declaraba el miércoles pasado que el Estatuto valenciano se ha realizado de manera ejemplar. Porque cumple los requisitos que los populares se marcaron en San Millán de la Cogolla. Imagino que entre esos requisitos no figuraría el de que para acceder a los parlamentos autonómicos sea necesario alcanzar el 5% de los votos de toda la comunidad y no de los emitidos en cada provincia, que es lo lógico. Sin embargo, esta barbaridad que en el Estatuto valenciano vigente figura por imposición de Abril Martorell en 1982, continúa figurando en la reforma aprobada por el PP y el PSOE. Y es una barbaridad porque desnaturaliza la aplicación de la ley d'Hondt. Lo he repetido muchas veces. Si se quiere poner un porcentaje mínimo de votos para acceder a las Cortes Valencianas -sea el 5, el 3 o cualquier otro- se ha de imputar a los votos emitidos en cada provincia, en cada circunscripción electoral. La voluntad expresada por los electores de una provincia no puede ser anulada por los votos de los electores de las otras dos provincias. ¿Por qué en las elecciones generales no se exige superar una barrera de este tipo? ¿Por qué en las elecciones generales, los diputados elegidos en cada provincia por el método de la ley d'Hondt son los que accederán al Congreso de los Diputados directamente y sin ninguna cortapisa, y en las elecciones autonómicas los así elegidos han de pasar por el tamiz de ver si su opción política ha alcanzado el 5% del total de votos emitidos en todo el país y, en caso contrario, esa opción se queda sin diputados en las Cortes Valencianas? La ley electoral permite la formación de "asociaciones de lectores", que pueden abarcar una sola circunscripción electoral. ¿Por qué los resultados que obtenga esa asociación de ámbito provincial tienen que estar sujetos a depender de los votos emitidos en todo el país, en el conjunto de las tres provincias? ¡Si esa asociación sólo se ha presentado en una provincia! Mediten los señores del PP y PSPV. Aún están a tiempo de corregir este absurdo en el trámite del Congreso.

fburguera@inves.es