Kodak suprimirá 25.000 empleos en vez de los 15.000 previstos
Las cuentas no terminan de cuadrarle al gigante mundial de la fotografía Kodak, que durante el último trimestre registró una pérdida neta de 146 millones de dólares -117 millones de euros-. Con este argumento, y con el de la reducción de costes para adentrarse en la era digital, la ejecutiva de la compañía retocó su drástico plan de reestructuración y anunció ayer 10.000 nuevos despidos, que se sumarán a los 15.000 previstos en la regulación de plantilla original.
El consejero delegado de Kodak, el español Antonio Pérez, explicó que las ventas de productos y servicios fotográficos tradicionales "están cayendo más rápido de lo anticipado", lo que les está obligando a reducir costes "con más agresividad". Es más, asegura que la compañía no está en este momento "en condiciones para controlar" el ritmo con el que el mercado tradicional va desapareciendo en países como China o India.
Al mismo tiempo, explica Pérez, el grupo está intentando avanzar en el proceso de transición hacia la tecnología digital, para incrementar las ventas y los ingresos en este nuevo sector. Pérez reconoce que el arranque del año fue "decepcionante" y por eso consideró que los cambios deben realizarse ya. "Hay mucho que hacer", remachó en un comunicado.
Los títulos de Kodak, una de las compañías más reconocidas del mundo, cayeron un 9,5% en la apertura de la jornada en Wall Street. Kodak contaba a final del año pasado con una plantilla global integrada por 54.800 empleados, casi 10.000 menos que en 2003. La compañía espera ahorrar hasta 1.800 millones de dólares.
