"Era una ola gigante de fuego que nos vio y dijo: 'Sois míos"

Jesús Abad trabajó el domingo en uno de los retenes que intentaban combatir el incendio de Guadalajara. En el Rincón del Jaral, donde se metió con su camión y otras 11 personas, el viento convirtió el fuego en una trampa mortal en la que quedaron atrapados todos los que le acompañaban.

Salvó la vida gracias a que, tras sufrir un accidente mientras intentaba huir con su camión, se ocultó bajo otro vehículo. Ayer relató a TVE su experiencia: "El huracán de fuego fue muy grande; no pensaba yo que ese fuego... Yo creo que nos vio y dijo: 'Vosotros sois míos'. Vino a por nosotros, porque estaba muy lejos, estaba muy lejos... Estaba muy lejos y de buenas a primeras había humo negro ya de llama, y empiezas a temer; dices 'esto se ha cambiado, esto se ha vuelto'. Y la siguiente vez que volvimos la cabeza asomaban ya las llamas, y ya, pues, a montar a los coches para salir, y no nos dio tiempo, nos enganchó. Hubo una especie de..., como si fuera una ola gigante de fuego".

Jesús Abad arrancó su vehículo buscando una salida en el infierno de humo y, sin visibilidad, acabó en un barranco situado junto a la pequeña carretera de arena en la que se encontraba.

De ese accidente, Jesús Abad pudo escapar por la ventanilla del copiloto y se resguardó debajo del segundo camión, que estaba parado en el camino a unos metros de donde se encontraba. "En el camión vi que moría, y cuando salté vi que moría. Te falta de todo, te falta oxígeno, te ves muerto".

Ahora recuerda el origen del fuego y pide a sus causantes que reflexionen: "Que miren lo que han hecho. ¿Dónde tenían la cabeza?".

M. H. S., el responsable de la barbacoa que supuestamente fue el origen del fuego, declaró a la Guardia Civil que escuchó "un ruido a sus espaldas" y vio "surgir las llamas". Ahora espera la citación judicial.