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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Rafael Blasco Jiménez, vicerrector del campus de Teruel

Rafael Blasco Jiménez, vicerrector del campus de Teruel de la Universidad de Zaragoza, falleció en la localidad oscense de Casbas este pasado fin de semana cuando practicaba el senderismo, una de sus actividades favoritas.

Blasco tenía 53 años y llevaba más de treinta en el campus de Teruel, en la Escuela de Magisterio, impartiendo clases de inglés. Su trato con los alumnos pasaba por ayudarles a realizar salidas al extranjero. Sus relaciones con la Universidad de Lancaster, en Inglaterra, les proporcionaron oportunidades de perfeccionar sus conocimientos

En el año 1986 fue director de la Escuela de Magisterio. Ahora, como vicerrector, se afanaba y estaba preocupado sobre todo por la perfecta dotación de infraestructuras de un campus que lucha por mantener y ampliar sus titulaciones.

Natural de la localidad zaragozana de La Almolda, sus raíces estaban en la provincia de Teruel, de donde era su familia. Amaba esa provincia, luchaba por que tuviese servicios, por colocarla en el mapa. Le gustaba pasear y soñaba con terminar la casa que se hacía en Royuela.

Pero la fatalidad se cruzó en su camino. Rafael Blasco había asistido a la inauguración de los cursos de la Universidad de Verano de Jaca. El sábado decidió hacer una excursión por la sierra de Guara y el domingo repitió la salida en compañía de Mariano Blasco, adjunto al rector para Infraestructuras. Un infarto fulminante le sobrevino y nada pudo hacerse por salvar su vida. Mariano Blasco aseguraba que era una marcha tranquila y lamentaba profundamente lo ocurrido. Estaban juntos porque la Universidad de Zaragoza mantenía una reunión de su equipo de gobierno para hacer balance del curso en la localidad de Alquézar, en la provincia de Huesca.

Blasco era también un activo sindicalista. Miembro de la comisión ejecutiva de UGT Teruel de 1990 a 1994, formó parte del equipo directivo del sindicato en 1998 y de la Comisión de Garantías en la Confederal desde 1998 hasta este año 2005.

Afable, tranquilo, Blasco era un hombre muy querido que formaba parte del paisaje cotidiano de Teruel. Todos los que trataron con él destacaban su carácter dialogante, su paciencia, su buen trato. Concha Hernández, periodista de la cadena SER, acababa de entrevistarle para hablar del futuro de la Universidad de Teruel. "Era un hombre a quien descubrías tratándole, discreto, sencillo, meticuloso, un gran trabajador. Siempre tenía tiempo para atenderte y explicarte las cosas. No soportaba los enfrentamientos y ponía paz donde podía". Por eso, el lunes no se cabía en su funeral, celebrado en la iglesia de su barrio, La Fuenfresca, en Teruel. Allí acudieron numerosos amigos, alumnos, compañeros del sindicato, vecinos. La Junta de Gobierno de la Universidad de Zaragoza en pleno, con el rector Felipe Pétriz a la cabeza, empresarios, sindicalistas, gentes de todos los colores políticos, representantes del Gobierno de Aragón.

La alcaldesa de Teruel, Lucía Gómez, despidió también a uno de sus vecinos que, en palabras de Montserrat Martínez, que fue vicerrectora del campus de Teruel, será recordado "por su gran vitalidad, su sencillez, como un hombre accesible y que sobre todo quería y se preocupaba por la Universidad".

Rafael Blasco estaba casado con María José Rozas y tenía dos hijos.-

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