El Museo Naval rinde tributo a Churruca
Una exposición evoca la trayectoria del ilustre científico y militar, muerto en Trafalgar
El Museo Naval dedica hasta el próximo mes de noviembre una exposición a la figura de Cosme Damián de Churruca (Motrico, 1761-Bahía de Cádiz, 1805), una de las personalidades más atractivas de la España científica y militar del siglo XVIII y los albores del siglo siguiente. La exposición se inserta dentro de los circuitos habituales del museo madrileño, pero distingue episodios de la trayectoria de este marino que se han convertido en pautas necesarias para entender a una generación de militares emprendedores de extraordinaria valía.
Jorge Juan, Gravina, Alcalá Galiano, Mazarredo, Mendoza y Ríos, entre otros, hallaron en la milicia, señaladamente en la Armada, escenario idóneo no sólo para demostrar su afección patriótica sino también para hacer avanzar sus saberes científicos puestos al servicio de la grandeza de su nación.
La muestra incluye mapas, objetos de navegación y el árbol genealógico del marino
Estos saberes abarcaban desde la fortificación y la construcción militar hasta las matemáticas, el cálculo y la trigonometría, pasando por la geometría, la hidráulica, incluso la botánica y la zoología y, sobre todo, la Astronomía, en una etapa histórica en la que la ciencia se convirtió en motor imprescindible del primer progreso consistente del país, embarcado además en el mantenimiento y despliegue de un vasto imperio.
Gozaron la ocasión de vivir una época de paz relativa, que propició las condiciones para propulsar la germinación del saber desarrollado bajo los reinados de Fernando VI, Carlos III y la primera fase del reinado de Carlos IV. Contaron, también, con un bastidor político relativamente estable, con figuras como el conde de Floridablanca, el marqués de la Ensenada, el ministro Patiño, incluso el primer Godoy, más otros grandes estadistas, que percibieron la importancia de liberar la energía creativa que residía en las mentes de aquella generación integrada en los servicios de armas.
Liberada España de la tensión que un siglo antes le había procurado su primacía hegemónica, pudo gracias a ellos, políticos y científicos, insertarse en una muy digna primera fila entre las potencias europeas.
Así lo explica el relato que el Museo Naval de Madrid muestra, de manera sucinta pero muy plástica. Permite hacerse una idea de la importancia cobrada por aquel impulso del que Cosme Damián Churruca sería cabal exponente. Políticos y militares supieron entonces mantener, a base de racionalidad y fuera de las frondas ideológicas que bullían en Europa, aquel palmarés, hasta que la complejidad de la política continental, encarnada por Napoleón Bonaparte, truncó de manera abrupta sus anhelos.
El término de aquella fecunda época lo encarnó la batalla de Trafalgar, expresión militar de una deriva política que la Corona española no pudo, ni supo, impedir. En las aguas de la bahía gaditana, Gravina, Alcalá Galiano y el propio Churruca hallarían la muerte.
La exposición muestra algunos objetos de gran interés, como el estuche de un par de pistolas que el primer cónsul, Napoleón, antes de hostilizar a España, regaló a Churruca por los trabajos cartográficos y astronómicos realizados por el marino de Motrico en sus viajes al Estrecho de Magallanes, a las islas Vírgenes, a las Antillas y durante su estadía en el puerto francés de Brest, donde se empleó a fondo en las indagaciones científicas.
Se exhiben desde el árbol genealógico de Churruca, hasta su probanza de limpieza de sangre, más una serie de cuadrantes, sextantes y octantes utilizados en sus navegaciones.
Cosme Damián de Churruca. Museo Naval (paseo del Prado, s/n. Metro Banco de España). Martes a domingo, de 10.00 a 13.45. Entrada gratuita.
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