"Ahora los corredores son más caraduras que antes"

Día de descanso, de reflexión. El director del Illes Balears-Caisse d'Épargne, Eusebio Unzue (Pamplona, 1955) pasa revista a un Tour en el que su equipo, con la etapa de Valverde y el quinto puesto de Mancebo en la general, es el mejor entre los españoles, coristas del probable séptimo triunfo de Armstrong.

Pregunta. Dos españoles entre los 15 primeros de la general, ¿asistimos a una etapa de decadencia en el ciclismo español?

Respuesta.Yo no le llamaría decadencia. Llegan caras nuevas, chicos del Este.

P. ¡Pero no del Este de España, del Este de Europa!

R. ¿Era brillante cuando metíamos a cinco entre los quince primeros? En el mismo nivel no estamos y hay corredores que estaban ahí y que no han sido reemplazados por los jóvenes. Yo creo que no se puede supeditar todo a lo que sucede en la carrera más difícil y más complicada. Un análisis tan profundo no tiene que ver con los resultados ante la exigencia del Tour.

"Armstrong está ganando a lo Indurain, sin una pedalada de más. Con Valverde hay que ser prudente, un día apretó el culo, pero ha estado 10"

P. Los equipos punteros españoles siempre han mirado al Tour...

R. Eso es verdad, el ciclismo español ha estado siempre enfocado a las vueltas y siempre ha habido alguien que ha salvado el Tour honrosamente. Unos años unos, otros, otros. Creo que somos el país más regular en el Tour de los últimos años, en ese sentido. Otra cosa es que con algunos se hayan disparado las expectativas y para nada se ha correspondido con lo generado.

P. Parece que cada vez más los ciclistas cifran sus propios objetivos de acuerdo con mánagers y médicos, por encima de equipos.

R. No, no creo. Los objetivos los exigen las casas de mutuo acuerdo con los equipos y los corredores. Yo creo que ahora hay corredores más caraduras que antes. Hay algunos que sería bueno que se preocuparan de salvar algo más que sus resultados personales. Hay ciertos líderes que deberían saber que sobre ellos recae una responsabilidad para con el equipo y los compañeros. Pero por desgracia para el ciclismo esto se parece más al fútbol. Los mánagers están consiguiendo su objetivo. El mercadeo está haciendo daño. Falta compromiso y eso es culpa de los mánagers y de los ciclistas. Ha llegado al punto que cuando recibes a los corredores casi no es conveniente, ya no te puedes encaprichar demasiado con ellos, no sabes cuánto va a durar. No puedes hacer planes a muy largo plazo.

P. ¿Añora tiempos más románticos?

R. Sí, porque yo valoro mucho poder hablar con los corredores de ciertas cosas al margen del ciclismo, porque eso es lo que te demuestra que hay grupo. Por ejemplo, cada vez quedan menos tipos como Txente García Acosta. Cada vez quedan menos chavales de ese tipo, gente que ha asumido el rol de hombre de equipo, gente que cuando no estás te defiende en una mesa ante otros corredores por simple compromiso, por arraigo con tu gente, con el director, con el patrocinador...

P. Y en carrera, ¿echa de menos a gente que sepa vivir sin pinganillo?

R. Estáis exagerando ese tema. La calculadora nos ha hecho olvidarnos de multiplicar de memoria. ¿Es mal invento? No creo que anules al corredor por el uso del pinganillo, al contrario. Le estás dando más información. Sólo eso. Pero en carrera debe decidir el corredor lo que hace y su talento hasta donde puede hacerlo, claro.

P. Valverde lleva pinganillo desde juvenil y parece poco astuto, muy pendiente de lo que le dicen...

R. El pinganillo da inmediatez y hay que saber usarlo. El pinganillo no anula el talento, lo complementa. Las calidades de Valverde no tienen que ver con el pinganillo.

P. Hablando de Valverde, ¿hasta dónde hubiera podido llegar si le dejara la rodilla?

R. Estoy obligado a pensar que estaría peleando por el podio, pero lo cierto es que se ha retirado.

P. ¿Le habrá venido bien?

R. No, le hubiera venido bien acabar, porque hubiera tenido más horas de clase. Para la rodilla era lo mejor, claro, pero en su evolución, para su aprendizaje, hubiera sido muy bueno que terminara y, por qué no, pinchar en los Pirineos. Es bueno fortalecer a todos, a él y a la gente, y eso también se consigue con decepciones.

P. ¿Le dio vértigo ver las expectativas que levanta Valverde?

R. El Tour es prudencia, pero analizas y no ves a mucha gente capaz de ganar etapas como lo ha hecho él. Valverde no es brillante, es muy brillante, precisamente porque ha llegado a la montaña y le ha ganado a Armstrong, que le ha llenado de elogios. Es normal que genere ilusión, pero si piensas, ¿qué ha hecho? Sólo ha ganado una etapa, ha aprobado uno de los cinco exámenes, brillantísimamente, pero invito a ser prudente, por el bien del chaval y porque la realidad me aconseja desde mi perspectiva. Ha apretado el culo un día, pero cuidado, que ha estado 10.

P. ¿Es mas hombre tour Valverde o Contador?

R. Contador, bien medido, puede cumplir cualquier objetivo. No es un chaval fortísimo y se puede pasar de rosca si no le centras los objetivos, pero si lo haces, Contador es ciclista para cualquier cosa, incluido el Tour. ¿Ve cómo sale gente? En el ciclismo español hay motivos para la ilusión.

P. ¿Ese es el problema, que con dos corredores entre los 15 primeros se insiste en que no es decepcionante?

R. Para mí la decepción es Mayo porque tiene un potencial muy superior al que ha demostrado.

P. El líder de su equipo es Mancebo, ¿Qué nota le pone?

R. Mancebo progresa, ha mejorado respecto a otros años. Sigue mejorando. Estamos satisfechos. Haciendo buena crono y terminando en las diferencias que esperamos, será un buen Tour. Puede subir más en la clasificación, seguro.

P. ¿El Tour no está sentenciado?

R. Creo que Basso no va a dejar de probar. Su equipo aún debe creer que puede ganar el Tour, o por lo menos está obligado a intentarlo. Armstrong no ha mostrado un dominio como el de otros años.

P. El caso es que pese a no haber machacado en ninguna etapa, Armstrong está líder...

R. Armstrong está ganando a lo Indurain, sin una pedalada de más. Suele pasar, cuando las fuerzas no son ya las mismas, manda la cabeza. Y además, tengo la sensación de que Armstrong se está divirtiendo. Se está gustando.