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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Engaño

La emoción me embargaba planeando un viaje idílico de fin de semana al sur, a Sevilla. Al lugar del sentimiento profundo, de las huellas culturales marcadas al paso del tiempo, en el que la alegría y el llanto pueden no querer significar contrarios.

El trayecto fue estupendo, reconociendo el gran valor del AVE, marcado por su puntualidad, su trato y hasta su precio. Entonces la ciudad nos recibió con un espléndido tiempo, las calles llenas del colorido andaluz y el alma de la gente efusiva de vida y alegría como cuentan. Ese acento amable y lleno de sonrisa nos transportó hasta nuestro engaño.

Un anuncio en la red nos llevo a elegir el hotel Alcoba del Rey, cuya disposición y encanto propio era transferido por Internet de una manera sublime. La acogida fue agradable hasta que entramos en nuestra "suite júnior". Y, sí, la entrecomillo, porque no creo que pueda denominarse con dicha categoría. Un estupor olfativo embargó todas nuestras expectativas: la habitación rezumaba humedad por todos los poros de sus paredes, las sábanas estaban húmedas, nuestras ropas terminaron igual; el baño carecía de división alguna con el resto de la habitación, de tal forma que se podía disfrutar de una plena vista desde la cama con dosel, de la humilde y siempre presente taza del inodoro, como de cualquier otro elemento perteneciente al baño, contribuyendo estos elementos a elevar aun más el grado de humedad de la habitación; no había solución alguna de ventilar porque las ventanas estaban a nivel de calle, planta baja, y si abrías, todo viandante podía observar cómo retozabas en tu cama con dosel, te bañabas en tu bañera de estilo morisco o acudías a tus menesteres al inodoro.

La visita a Sevilla fue enmascarada por esta elección dado que tuvimos que adelantar nuestra vuelta por indisposición. Porque, señores, no les recomiendo pasar una noche en un habitación con tanta humedad, porque cuando algo no es bueno no se ofrece ni a su peor enemigo. Menos aún engañando, porque la tarifa corresponde a una suite, pero las cualidades a un aljibe.

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