Agua al vino

Una versión distinta a lo acostumbrado en la novillada de Fuente Ymbro. Como si de pronto le hubieran echado agua al vino. El espectáculo que se esperaba no se presentó. Una decepción. Sonora, por cierto. Sin llegar a empalagar, no fue dulce en exceso, pero sí facilona y muy noble. Si hubo algo que pudo incomodar fue lo justo que anduvieron de fuerzas. Novillada con buen fondo, pero poco más. Cumplidores en el caballo, aunque el cuarto protestara, tampoco sumaron en positivo. Insuficiente para lo que se esperaba.

Entregado y también algo rebrincado el primero, permitió a Fran Moreno cortar bien una faena correcta aunque no brillante. También de más a menos, igual que el toro. El cuarto, protestón en varas, tuvo buen fondo pero muy poca fuerza. La voluntad de Moreno estuvo por encima de cualquier otra virtud. Algo densa la faena, pero muy jaleada. La estocada final, desprendida, tuvo premio.

Miguel Calpe, con buena actitud pero con el oficio en mantillas, descubrió muy pronto sus carencias. En su primero mantuvo una línea digna. Frenado, protestón y topón el quinto, le hizo perder casi los papeles. No logró centrarse y la faena fue un continuo desarme.

En el tercero no hubo interés ni en el toro ni en la fría labor de Ismael López. Noble el sexto aunque le costó algo, permitió a López componer una faena limpia, más eficaz que brillante. Sobre todo muy centrada y de buena técnica.