Un adolescente conflictivo
Hasib Hussain vivía con sus padres en Holbeck, un suburbio de Leeds, donde nació hace 19 años. Su familia, de origen paquistaní, denunció su desaparición la misma tarde de los atentados, lo que permitió a la policía llegar hasta Leeds para identificar a los responsables de los atentados. Algunos testimonios describen a Hussain como un "chico díscolo". En los últimos dos años se había convertido en un joven muy religioso, lo que al parecer había tranquilizado a sus padres. Su misión en Londres hubiera consistido en poner una bomba en la línea Norte de metro, pero, debido a la suspensión de los servicios en ese tramo, Hussain hubiera cambiado de plan. Según la policía, podría haber subido al autobús de la línea 30 que explotó en la plaza de Tavistock, donde encontraron sus efectos personales.