El fiscal pide una pena de cuatro años y un mes de prisión para Farruquito
El bailaor se declara arrepentido en el juicio, que quedó ayer visto para sentencia
"Me gustaría decirle a su señoría que no sólo estoy arrepentido, sino que tengo suerte porque lo estoy pagando desde hace mucho tiempo, es lo único que me tranquiliza un poco. Y que me gustaría que se juzgara a Juan Manuel Fernández Montoya y no a Farruquito". Estas palabras del bailaor pusieron ayer fin al juicio por el atropello mortal de Benjamín Olalla el 30 de septiembre de 2003. El fiscal elevó la petición de condena a cuatro años y un mes de prisión. La acusación particular, que representa a la viuda del atropellado, mantuvo su solicitud de ocho años.
Con traje oscuro, gesto cansado, agarrándose las manos y apretando con fuerza la mandíbula toda la mañana, Juan Manuel Fernández Montoya, Farruquito, usó su derecho para hablar al finalizar el juicio. Se dirigió primero al abogado de la acusación particular, José Manuel Rosendo, para pedir que creyera en su arrepentimiento y, después, miró y pidió a la juez María Ángeles Sáez, una sentencia justa. "Sólo quería decir a don Rosendo que me extraña que diga que no cree en mi arrepentimiento (...) y me gustaría que se juzgara a Juan Manuel Fernández Montoya y no a Farruquito", declaró tranquilo.
Antes de las palabras del artista, de 21 años, todas las partes del caso habían presentado sus informes definitivos. El fiscal Norberto Sotomayor elevó la solicitud de condena inicial -de tres años y tres meses- a cuatro años y un mes de cárcel.
El representante del Ministerio Público pidió para el acusado una pena de dos años y ocho meses de cárcel por homicidio imprudente, un año y cinco meses de cárcel por un delito de omisión del deber de socorro y falsa denuncia y la privación durante cinco años del derecho a conducir vehículos. También solicitó una indemnización de 122.000 euros para la viuda y padres del hombre atropellado mortalmente en septiembre de 2003, cantidad que la acusación particular elevó a 273.738 euros.
El fiscal señaló que tanto el bailaor como los cinco imputados, habían concurrido en "numerosas contradicciones" durante el juicio. "Los hechos son muy claros, aunque lo que ha pasado aquí es que se ha tratado de introducir medias verdades y falsedades. Pero los hechos son muy simples", afirmó Sotomayor. El fiscal añadió: "No cabe la mínima duda de que se saltó los semáforos, que iba a una velocidad endiablada y que no paró después del atropello".
El fiscal continuó señalando las contradicciones en las declaraciones de los otros cinco acusados por urdir una trama para que el artista no fuera descubierto y para que se autoinculpara su hermano Antonio, menor de edad.
El fiscal apeló a la "solidaridad humana" para recriminar al artista que no socorriera a Benjamín Olalla, de 35 años, y afirmó que el bailaor "tenía todas las papeletas para que pasara lo que pasó". "Creo que se han dicho muy pocas verdades y que quizá la única es que está muy arrepentido y que de él depende mucha gente", concluyó.
Después de Sotomayor le tocó el turno a José Manuel Rosendo, el representante de la viuda del atropellado, María Ángeles Madero. Esta última siguió el final del juicio sentada detrás del artista. Rosendo señaló que el bailaor "realizó un rally por las calles de Sevilla" y señaló que el acusado "hizo lo que fue necesario para eludir la justicia". Afirmó que Farruquito, "evidentemente, está arrepentido porque esto ha salido mal
[en referencia a la supuesta trama para evitar la condena], aunque el arrepentimiento no es sincero". También declaró con sorna: "Está claro que no es Botín, aunque nadie, si gana 30.000 euros al año como dice su declaración de la renta, que me parece papel mojado, es casi imposible que tenga las posesiones que tiene y que se compre un coche de dos millones de pesetas [12.000 euros]".
Benito Saldaña, letrado del acusado, contestó a Rosendo "que le parecía poco serio poner en duda la declaración de la renta del artista" y también señaló que "Farruquito está saliendo de un túnel negro, que han contribuido a agrandar determinados medios de comunicación". Pidió para su defendido la mínima pena por falta por homicidio imprudente, que equivale a una multa entre dos y tres meses y la privación del carnet de conducir entre tres meses y un año.
El policía Bernardino Rodríguez acusado de urdir una trama para culpar al hermano menor de Farruquito, se declaró víctima de un proceso "inquisitorial".
Babelia
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