"Las tradiciones se deben mantener"
Napardi es algo más que una sociedad gastronómica. Desde hace más de cincuenta años lucha por que las fiestas de San Fermín sigan pareciéndose a las de toda la vida. Jesús María Astráin (Marcilla, 1940) es su presidente.
Pregunta. ¿Cómo vive Napardi estas fiestas?
Respuesta. Con mucha intensidad. Por ejemplo, hemos recuperado en el día de San Fermín la tradición de invitar a chorizo, pan y vino, lo que hacían los comercios hace muchos años. Es el único día que tenemos de puertas abiertas, el resto es sólo para socios y amigos. En sanfermines recibimos a los amigos de fuera, para que se lo pasen bien y que cuando se vayan de Pamplona hablen bien de la ciudad y de Napardi. También cantamos al santo en la procesión y damos de almorzar a la corporación. Y entregamos el Gallico de oro, un premio que se ha definido como el premio Nobel de Pamplona. San Fermín está hecho de momenticos como estos.
P. ¿Qué es para usted lo más emotivo de la fiesta?
R. Pues es lo que se ha venido a llamar el momentico. Viene de cuando acompañábamos al Ayuntamiento con La Pamplonesa y subíamos por la calle Curia hacia la catedral. Era el momento fuerte de la fiesta, nos embargaba de tal manera que lo llamamos el momentico.
P. ¿Qué le parecen los actuales sanfermines?
R. Nosotros vivimos las fiestas como las hemos conocido. Las tradiciones se deben mantener. Lo que no se puede soportar es toda la gente que viene sin respeto, que llena todo de suciedad, que orina por las calles o que busca jaleo. Afortunadamente, hay una juventud muy sana en Pamplona que nos sucederá. Evita que haya problemas.
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