Blanco afirma que la diferencia entre Blair y Aznar es "la mentira"

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, aprovechó ayer la inauguración de la nueva sede de su partido en El Espinar (Segovia) para replicar a los "paralelismos" que el viernes apuntó el líder del PP, Mariano Rajoy, entre los atentados terroristas de Londres y Madrid. La diferencia entre la gestión del Gobierno de Tony Blair y el de José María Aznar ante esos atentados es que este último "mintió y engañó masivamente", dijo Blanco. Rajoy replicó que no está dispuesto a callar "la verdad, moleste a quien moleste".

Blanco explicó que sus declaraciones iban en respuesta a las pronunciadas por Rajoy el viernes, con las que el líder del PP había subrayado cómo la oposición del Reino Unido está trabajando junto al Gobierno, tras los atentados de Londres, al contrario de lo que pasó en España después del 11-M. "Nadie ha acusado al Gobierno de Londres de imprevisión política, nadie se ha manifestado delante de las sedes del Partido Laborista, ni tampoco nadie le está exigiendo al Ejecutivo que diga ya qué es lo que ha ocurrido y por qué no se ha evitado", había dicho Rajoy.

Blanco calificó la posición del líder del PP como "un peldaño más en los ataques al Gobierno, con declaraciones repugnantes, utilizando la barbarie del terrorismo" con intereses partidarios. El dirigente socialista hizo hincapié en que la diferencia entre la gestión de Tony Blair y la de José María Aznar, tras los atentados, es que el primero "ha dicho la verdad a los ciudadanos y el otro les mintió y engañó masivamente entre los días 11 y 14 de marzo y a lo largo de todo el año".

Blanco se preguntó si "Rajoy quiere seguir instalado en la mentira y no reconocer que

se deben a la barbarie del terrorismo islamista radical", y le emplazó a que explique dónde estaba la conspiración de la que tanto habló el PP, la conexión de ETA o la implicación de los servicios secretos marroquíes.

Luego, con el juego de palabras del "yo podría decir pero no digo por no entrar en descalificaciones", Blanco dejó caer que la candidatura olímpica de Madrid 2012 no había triunfado porque el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón se había llevado en la delegación "a un perdedor y gafe", en referencia a Rajoy, y que si hubiera sido por cuestiones de política exterior, como sostienen Rajoy y otros dirigentes del PP, quizá habría que mantener que Nueva York no fue elegida por la guerra de Irak o por los atentados del 11-S.

El líder del PP, durante un acto en la localidad almeriense de Huércal Overa, replicó: "Yo no estoy dispuesto a callarme la verdad, moleste a quien moleste". Rajoy se refirió con esta advertencia tanto a sus declaraciones sobre los atentados del 7-J como sobre a la candidatura fallida de España para celebrar los Juegos de 2012. Lo repitió preguntándose "si tenemos que callarnos porque al Partido Socialista le molesta que se le digan cosas que son verdad". "Son hechos objetivos no juicios de valor", abundó.

También se preguntó si el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero pretende que los populares apoyen su política antiterrorista y se sumen "a una invitación a ETA a dialogar". "Nosotros no podemos hacer eso, nosotros presentamos una alternativa al terrorismo. Al terrorismo se le derrota con los instrumentos del Estado de Derecho y la autoridad moral de la democracia", añadió.

Las declaraciones de Rajoy sumaron críticas de otros partidos. El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran, señaló que a nadie se le ha ocurrido pensar que los atentados del 7-J son obra del IRA. Joan Puig, de ERC, afirmó que a los dirigentes del PP se les tenía que caer "la cara de vergüenza" al comprobar la buena gestión de los ingleses. Emilio Olabarría, del PNV, calificó la actitud de Rajoy de miserable por usar la matanza de Londres para exculpar la gestión de Aznar tras el 11-M.