Arrasadas 1.500 hectáreas en el mayor incendio del verano en Cataluña

Un incendio de una gran virulencia devastó ayer 1.500 hectáreas de bosque entre las comarcas barcelonesas del Bages y el Berguedà. El incendio, hasta la fecha el mayor del verano en Cataluña, se originó en la localidad de Cardona poco antes de las tres de la tarde y pronto evolucionó hacia una zona de espesos y frondosos bosques por donde las llamas corrieron a gran velocidad empujadas hacia el norte por un viento de unos 16 kilómetros por hora. En la zona hay muy pocas casas habitadas y los bomberos y los mossos d'esquadra no debieron realizar desalojos durante la tarde. El fuego seguía anoche descontrolado.

El incendio contó con el máximo despliegue de efectivos aéreos y terrestres de los bomberos, pero a pesar de todo la voracidad lo hizo avanzar sin obstáculos. Lucharon contra el incendio más de 70 equipos terrestres de los bomberos y una treintena de medios aéreos, entre los cuales hubo dos hidroaviones cedidos por el Ministerio de Medio Ambiente y tres más por el Gobierno francés.

La consejera de Interior, Montserrat Tura, recordó ayer que el Gobierno catalán ya temía "que se produjese un incendio en una zona de una vegetación muy abundante y que debido a la extrema sequía ardiese con gran virulencia". La zona afectada es, mayoritariamente, de pino y de matojos.

Lucha frenética

Los bomberos luchaban de manera frenética anoche para paralizar uno de los frentes, el de Montmajor (en la comarca del Berguedà), que es el que presentaba mayor virulencia. Durante la tarde, los bomberos lograron controlar la zona de inicio del incendio, en un área de descanso de la carretera C-55, en el Pont de Malagarriga (en la localidad de Cardona), y también el frente del municipio de Viver y Serrateix, que se encuentra en la comarca del Berguedà.

Dos auxiliares forestales resultaron heridos leves al torcerse el tobillo cuando participaban en la extinción del fuego y fueron trasladados al Hospital General de Manresa. Anoche permanecían cortada la carretera B-423 en Sallent a causa del incendio.

Las llamas se comieron la frondosa zona de Valldeperes, un espacio que se había salvado hasta la fecha de los grandes incendios del Bages, el Solsonès y el Berguedà, que afectaron esta zona los años 1994 y 1998.

El alcalde de Viver i Serrateix, Lluís Torrentó, no tardó en comparar el incendio con el que en 1994 arrasó los bosques de su término municipal. Visiblemente afectado por la magnitud del incendio, Torrentó manifestó que el fuego era "bestial". El frente era muy activo, "desmadrado", según explicó el regidor, y ponía en peligro granjas y casas de payés. La consejera Tura aseguró que no se habían producido víctimas.

El incendio se inició al lado de la carretera, pero pronto saltó al otro margen. El punto de inicio, en un área de descanso, hizo presagiar que se pudiese tratar de un fuego de origen humano y algunos testimonios de Cardona indicaban que podría haber entre tres y cuatro puntos de inicio, lo que permitiría avanzar la hipótesis de que pueda tratarse de un fuego intencionado.

Desde el Departamento de Medio Ambiente, consideraban, sin embargo, prematuro avanzar las causas. Los trabajos de los agentes rurales se iniciarán hoy, cuando la zona del inicio del incendio ya se dé por apagada.

De hecho, los bomberos se pusieron de acuerdo con agricultores de la zona para que labraran zonas agrícolas entre bosques para evitar que el fuego pasara de una montaña a otro con extrema facilidad.