Vuelta a la normalidad

Las bolsas de Londres y París consiguieron ayer nuevos máximos anuales en sus índices principales, mientras que las subidas del mercado español y de Francfort fueron insuficientes para redondear una jornada en la que la pretensión de normalidad fue casi completa.

El rebote de los precios era algo cantado en unos mercados que han salido beneficiados de la inesperada depuración a que fueron sometidos el pasado jueves al rehacerse sin problemas del impacto negativo de las primeras, y fuertes, caídas. El dinero ha seguido acudiendo al mercado, esta vez sin la sospecha de la existencia de apoyos, y la mayoría de los índices europeos se sitúa otra vez en zona de máximos o muy cerca de ella.

El Ibex 35 recuperó el 1,54% y quedaba a las puertas de los 9.800 puntos, mientras que el coprrespondiente a las empresas medianas subió el 1,43%, y el de las pequeñas, un 1,26%.

La atención de los inversores estaba centrada desde los primeros minutos en la capacidad de reacción de los mercados, algo que quedó fuera de toda duda con las primeras subidas y a pesar de algunos titubeos de poca importancia. Las bolsas de Londres y París, las menos castigadas el jueves, lograron superar sus anteriores máximos anuales con ganancias del 1,43% y del 1,89%, respectivamente, mientras que Francfort subía el 1,50% frenada por el descenso de la producción industrial alemana en mayo.

La contratación en el mercado continuo descendió hasta 3.880,42 millones de euros, con algo más de 1.500 millones en operaciones institucionales. Las operaciones abiertas quedaron en 2.353,67 millones, la cifra más alta de la semana después de la inusual sesión del jueves.

La Bolsa de Nueva York conseguía un avance del 1,20% a media sesión debido a los datos sobre empleo. La tasa de paro cayó al 5,0% en junio y se crearon 146.000 puestos de trabajo, algo menos de lo que esperaban los analistas, pero la estabilidad del petróleo compensó ese desajuste.