"En muchos festivales étnicos no se invita a grupos españoles"
El segoviano Luis Martín es un auténtico pionero del género. Miembro fundador, hace más de tres décadas, del Nuevo Mester de Juglaría, hoy compagina esta actividad con la dirección del ya veterano festival FolkSegovia (junto al músico soriano Jaime Lafuente) y con su plaza como profesor de ciencias en un instituto de Alcorcón, a las afueras de Madrid.
PREGUNTA. ¿Cómo recuerda la génesis del movimiento folclorista en la Península?
RESPUESTA. Fue muy a finales de los sesenta y no estuvo exenta de ingredientes sociológicos y reivindicativos, pese a la presión del régimen. Por aquel entonces estaba todo por hacer. Las recogidas de campo las hacíamos visitando pueblos con un casete, al principio sin ningún tipo de metodología. Tuvimos que estudiar etnografía... y también música, porque éramos unos instrumentistas muy limitados, de los de rondalla, pandereta y almirez.
P. ¿Y la eclosión?
R. A partir de los primeros ochenta, con la irrupción de mucha gente joven, muy bien formada y con una creatividad maravillosa. Ahí surgieron también los grandes festivales, aunque siempre con el eterno problema de las catalogaciones. En muchos festivales de música étnica no se invita a grupos españoles porque entienden que allí sólo debe tener cabida lo exótico.
P. ¿Qué otros elementos echa en falta en el panorama actual?
R. Corremos el peligro de uniformarnos. Escucho decenas de nuevos grupos que suenan como el Mester, por ejemplo, y habría que apostar más por la variación. En una reciente mesa redonda con especialistas, les hice escuchar seis versiones distintas de la Muñeira de Chantada y eran tan parecidas que ninguno fue capaz de identificar a los grupos que las interpretaban.
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