Nueva York ve su caos hecho fracaso
Los neoyorquinos se enteraron de la rápida debacle de su candidatura de camino al trabajo mientras las televisiones optaban por informar sobre el colapso que amenazaba con adueñarse de la ciudad por el agua que inundaba sus principales arterias. La cobertura mediática fue un ejemplo del escaso interés que los vecinos de Manhattan mostraron por el proyecto, que nada tenía que ver con la pasión de otras ciudades. La pobre delegación en Singapur -con la senadora Hillary Clinton, el ex atleta Bob Beamon y el ex boxeador Muhammad Ali al frente- fue otro signo del poco crédito de la iniciativa abanderada por el alcalde, Michael Bloomberg. El resultado ya lo auguraban las apuestas.
El caos que rodeó el debate sobre la localización del estadio olímpico condujo al fracaso. Se presentó una propuesta alternativa de última hora tras el rechazo a que se construyera en la orilla occidental. El cambio no convenció al COI.
"Así es el deporte. Después de tanto esfuerzo, pierdes", comentó la medallista Natalie Coughlin. El magnate Donald Trump insistió en que "el éxito es no darse nunca por vencido". Mike Moran, del comité organizador, dijo: "Estamos en buena forma para 2016". Finalmente, Bloomberg se declaró "decepcionado"; "Hemos jugado lo mejor que hemos podido y respetado las reglas escrupulosamente. Estamos orgullosos de lo hecho".
