Calibrar el monitor (2)

PANEL DE CONTROL, PANTALLA

Todos los controles relativos a la pantalla o monitor del ordenador se encuentran en el Panel de control , Pantalla (también se puede llegar al mismo sitio haciendo clic en una zona vacía de la pantalla, con el botón derecho del ratón, y escogiendo Propiedades). Al pulsar encima se abre una ventana correspondiente a las Propiedades de Pantalla, desglosadas en cinco apartados. El último de ellos, Configuración, es el que permite variar la resolución -calidad, cantidad y tamaño de los píxeles- y la calidad de los colores que representa, lo que depende directamente de la tarjeta de vídeo instalada en el ordenador.

Como se explicó la semana pasada, hay que escoger la resolución que mejor se adapte a la forma personal de trabajar (a mayor resolución, menor tamaño) y de optar siempre por la más alta calidad de color (32 bits, si es posible).

OPCIONES AVANZADAS

Después, hay que hacer clic en el botón de Opciones avanzadas y se abrirá una nueva ventana de Propiedades. Otro de los parámetros importantes que se pueden controlar desde aquí es el refresco o frecuencia de actualización, que es el número de veces que se dibuja la pantalla en el monitor durante un segundo. Cada uno de los píxeles, o puntos del monitor, sólo se mantiene activo durante un tiempo muy corto, por lo que hay que volverlo a activar contInuamente y así evitar la sensación de parpadeo. Cuanto mayor sea la frecuencia, menos parpadeo y más calidad de imagen. En el apartado Monitor aparecerá el tipo de monitor que se esté utilizando y, debajo, todas las frecuencias que puede utilizar. Hay que marcar la casilla correspondiente a Ocultar los modos que este monitor no puede mostrar para evitar dañarlo con una frecuencia que no pueda soportar. Luego, se deben desplegar todos los valores y escoger el más alto posible. Su vista siempre se lo agradecerá.

ADAPTADOR

El apartado Adaptador muestra la tarjeta gráfica (ambos términos significan lo mismo) y sus características. Las tarjetas llevan un procesador gráfico, que es el encargado de generar los polígonos con los que se forman las imágenes. Una buena tarjeta, potente y con mucha memoria generará mejores gráficos y dará mucha más calidad a todo lo que aparezca en el monitor, pero hay que tener en cuenta que la calidad del monitor tiene que estar a los mismos niveles que el adaptador, de nada sirve uno sin la otra y viceversa.

Las tarjetas modernas incluyen un apartado propio en esta ventana de Propiedades, con una lengüeta con su nombre. Al abrirla se encuentran muchas otras opciones de configuración propias de cada modelo de tarjeta que, en la mayoría de los casos, complementan o sustituyen a las ya explicadas aquí. Las más completas permiten configurar hasta los más pequeños detalles de calibración con un sistema propio. En cualquier caso, es muy conveniente leer detenidamente las instrucciones y la ayuda de la propia tarjeta para hacer cambios en la configuración. Antes de hacerlos es muy importante visitar la página de Internet del fabricante y actualizar siempre con la última versión.